CAPÍTULO TREINTA Y SEIS

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- que haces acá? - preguntó Mateo débil al despertarse en el hospital y ver al lado en una camilla a uno de sus mejores amigos, Camilo


- y loco perdiste casi toda la sangre que tenias en el cuerpo mas o menos


- me estás dando tu sangre?


- si, algunos más de los pibes eran compatibles y te dieron también


- fua les debo unos besos


- *suelta una carcajada* ni moribundo dejas de ser medio puto


- na, esas cosas no cambian - el también intentó soltar una carcajada pero estaba bastante débil





Los interrumpió el médico entrando para desconectar a Camilo, ya le había pasado la suficiente sangre.

Después el hombre le pidió al amigo del protagonista que se retire, ya que iba a venir otro médico para chequear el estado de Mateo, pero antes de que Cami se vaya, el chico lo frenó.





- ey





El amigo se giró para mirarlo.





- averigua donde está Nicole, anoche Sergio le disparó


- Sergio??? a Nicole?? - preguntó confundido


- *asiente con la cabeza* averiguen ya donde esta y si esta bien


- bueno





Ahora si, el muchacho abandonó la habitación y el médico ingresó para revisar al protagonista.

Mateo pasó varias horas sin noticias de la chica, ninguno de los amigos entraba para avisarle nada y el no se podía mover de la camilla, pero necesitaba irse de ahí urgentemente, tenía una ansiedad que lo estaba matando.

Entró una enfermera y el chico le pidió que llame a alguno de sus amigos, pero ya lo había hecho tres veces anteriormente y pareciera que le tomaban el pelo porque nadie iba a verlo.

Pero esta vez si, al rato de que la señora se fue, volvió a entrar Camilo.





- al fin loco - se quejó el protagonista





La cara del amigo ya lo hizo preocuparse de antemano, además al entrar había soltado un suspiro que a Mateo no le gustó nada.





- que pasa? qué pasó? - empezó a preguntar asustado


- nose - negando con la cabeza - desapareció del mapa - soltó sin mucha vuelta, sin poder nisiquiera mirarlo





El chico lo miró por unos segundos tratando de analizarlo.





- decime la verdad Camilo - largó con un miedo que casi no lo dejaba respirar


- que verdad? - preguntó ahora si mirándolo - no aparece, ya buscamos por todos lados


- vos no me estás queriendo decir que le pasó algo


- no, no te juro que no - sentándose en una silla que había al lado de la camilla - preguntamos en todos los hospitales y nada, así que capaz ya esta bien y está en su casa


- *chista la lengua negando con la cabeza* no Camilo si casi se me muere en los brazos imposible que ya esté en su casa


- pero ya pasaron varias horas, estuviste mucho tiempo dormido


- por eso, yo con un tiro en la pierna casi no la cuento, imposible que con un tiro en el abdomen salga en menos de doce horas del hospital


- al menos que no haya salido viva





La cara de Mateo lo hizo percatarse enseguida de que había largado esas palabras sin nada de filtro.





- perdón


- no, tenes razón


- me hubiesen dicho


- nose, necesito que me saquen de acá e ir a buscarla yo Camilo no puedo mas


- si no sabes ni donde buscarla Mateo, calmate, te juro que ya la vamos a encontrar


- no porque el hijo de puta de Sergio me dijo que no la iba a ver nunca mas, va a hacer lo imposible para que no la encontremos


- a nosotros no nos va a ganar





...
Las horas y días siguientes el protagonista siguió acostado en esa camilla sin saber absolutamente nada de Nicole; la buscaron por cielo y tierra, hospitales de varios países, nadie sabía nada de ella.

Cuando por fin le dieron el alta el chico no aguantó y fue directo a la casa de los Cucco, insistió pegándose al timbre sin obtener respuesta de nadie, se trepó por el balcón y golpeó el ventanal de la propiedad insistentemente pero tampoco.

Durante días no hubo movimiento en la casa y una noche organizó con sus amigos para entrar y la encontró totalmente desolada.

No solo Nicole, sino que también toda su familia había desaparecido completamente del mapa.





- no te puedo ver más así Mateo, te vas a terminar muriendo de la angustia - habló Camilo sentándose al lado del protagonista





Estaba en la vereda de la casa abandonada, con la espalda apoyada en la pared, fumando y soltando un par de lágrimas.





- como queres que este?


- ya se, te entiendo, ya la vamos a encontrar


- *niega con la cabeza* no, no la voy a ver nunca más, y sabes que es lo peor de todo? - mirándolo - que nisiquiera se si esta viva o muerta


- si estaría muerta Sergio no hubiese hecho tanta movida para desaparecer, no te parece?


- que tiene que ver? si se fue antes de que Nicole se pueda llegar a recuperar


- deja de pensar todo lo peor


- te parece que puedo pensar lo mejor? quien te pensas que soy?? estoy hecho mierda y te pensas que puedo pensar positivamente???


- *suelta un suspiro pasando sus manos por su cara* no se que decir ya


- sabes que es lo que me hace pensar que esta muerta??





Camilo lo miró esperando una respuesta.





- que a estas alturas ya tendría que estar recuperada, y si estaría bien se hubiese comunicado


- vos te pensas que Sergio la dejaría llamarte???


- vos te pensas que Nicole no se las ingeniaría??


- capaz le hizo una peli diciéndole que le disparaste vos - alzando los hombros


- deja de inventar cualquier boludez para intentar que yo esté bien


- no es cualquier boludez, el tipo esta re mal de la cabeza, lo sabes


- pero ella no es pelotuda






El amigo del protagonista volvió a soltar otro suspiro, hacía días que todos lo estaban intentando convencer de que las cosas podrían mejorar para por lo menos verlo un poquito mejor a el, pero era imposible.






- ya está Camilo - limpiándose las lagrimas que se la habían caído - no me queda otra que aprender a vivir sin ella, pero no me pidan que no la llore, déjenme, se me murió un hermano y sigo vivo, no creo que me pueda morir por el corazón roto

DANGEROUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora