DANGEROUS

CAPÍTULO TREINTA

- no quiero volver a mi casa - largó Nicole llorando en el pecho del chico - no se que hacer Mateo, siento que estoy perdida

- bueno wacha no vuelvas, acá hay lugar de sobra para que te encuentres - respondió acariciandole el pelo tratando de tranquilizarla

- perdoname - alejándose - perdoname por tratarte mal, por rechazarte tanto, no eras el malo de la película

- *chista la lengua* mira si me vas a pedir perdón Nicole? - secándole las lágrimas - era obvio que te ibas a enojar, yo solamente necesito que sepas que no me acerque a vos por esto, te juro que no estaba en mis planes cruzarte

- bueno, que suerte que nos cruzamos entonces - alzando los hombros

El protagonista se quedó en silencio unos segundos mirándola sorprendido, no se esperaba para nada que esas palabras salieran de la boca de Nicole.

- vos dijiste eso? o me lo imaginé??- preguntó sonriendo

- que? que dije yo? - intentó hacerse la boluda mientras se le escapaba una leve sonrisa

- si lo dijiste - asintiendo

- no, nose que dije

- si sabes lo que dijiste - agregó soltando una carcajada mientras se acercaba al cuerpo de la chica

Ella también se rió un poco nerviosa y claramente vió venir el beso pero tenía tantas ganas de que pase que por su puesto no se iba a negar.

Unieron sus labios por fin, después de extrañarse, de desearse a lo lejos, de camuflar todo lo que estaban sintiendo con peleas, por fin hicieron lo que les dijo el corazón.

El beso fue subiendo la temperatura, lo cual era obvio, después de aguantarse las ganas tanto tiempo sabían que al mínimo cruce de labios la ropa iba a desaparecer.

Mateo le sacó la remera a Nicole haciendo que ella quede totalmente descubierta ya que por debajo no tenía corpiño, se miraron al estar separados, fue una mirada diferente, como que se conectaron de una manera distinta.

Volvieron a unir sus labios ahora soltando una leve sonrisa que no pudieron contener, y mientras volvían a besarse el chico iba poniendo su cuerpo encima del de ella mientras se recostaban.

El protagonista empezó a bajar por el cuello de la chica dejando besos suaves, besos delicados y después volvió a sus labios mientras llevaba su mano a pasear por el abdomen de ella, y de ahí, a su pantalón.

Empezó solo pasando la mano por encima de la tela, como en forma de caricias, pero después sobrepasó la ropa interior y comenzó a tocarla, moviendo sus dedos provocando que Nicki casi ni se pueda concentrar en el beso.

Después le sacó la prenda, y el mismo se sacó sus pantalones, de la parte de arriba ya estaba descubierto porque nunca se había puesto una remera.

Inició el acto con movimientos suaves, besando el cuello de la protagonista mientras ella soltaba suspiros incontenibles, al rato se alejó para poder agarrar sus piernas, elevarlas hasta sus hombros, y ahí comenzar con los movimientos más rápidos.

Mateo podía contenerse los gemidos, a Nicole se le hacía imposible, y teniendo en cuenta que en el piso de abajo estaban las mucamas que podían escuchar, el chico tuvo que taparle la boca para hacer el menor ruido posible.

- date vuelta - largó con la voz agitada el protagonista después de empujar las piernas de la chica hacia el costado

Nicole obedeció y se puso en cuatro, Mateo le apretó el culo con sus manos y volvió a penetrarla, y nuevamente los movimientos lentos se fueron haciendo cada vez mas rápidos.

Para terminar, el chico se sentó en la cama y la protagonista encima de el, para ahora ser ella la que se movía provocando que el casi ni pueda contener la respiración fuerte y los gemidos.

La protagonista rodeó con sus brazos el cuello del chico abrazándolo con fuerza mientras terminaba, y el, que también estaba terminando, la abrazó rodeando sus brazos por su cintura.

Mantuvieron esa pose por unos segundos tratando de normalizar la respiración y después Nicki salió de encima para acostarse en la cama totalmente rendida.

Mateo la miró y soltó una leve carcajada, y empezó a dejar leves caricias por toda su espalda.

- bueno hice bien en venir para acá - largó en una risita Nicole sin separar su cabeza del colchón

- se te fue un poco lo triste? - preguntó después de corresponderle la carcajada, el estaba semiacostado apoyado en su codo mirándola

Nicole asintió con la cabeza con una leve sonrisa mientras se acomodaba para acercarse a los labios del chico.

- gracias

- porque? por cogerte? - preguntó en otra carcajada después de dejar un leve beso en sus labios

- además - ella también se rió - pero también por no mandarme a la mierda cada vez que yo te mandé a la mierda a vos, la verdad que ahora, en este momento, siento que sos lo único de verdad que tengo en mi vida

Mateo la miró sonriendo mientras le ponía un mechón de pelo tras la oreja.

- si la verdad que tenes un caracter bastante complicado

Nicki se rió y se mordió el labio.

- pero me alegro que te des cuenta que no te quiero lastimar, todo lo contrario - agregó después de dejarle otro beso

Nicole sonrió y lo volvió a besar, el claramente se lo correspondió.

- me hago pis - largó separándose - donde es el baño??

- ese - respondió en una carcajada señalando la respectiva puerta

La chica se paró y caminó hacia allí, Mateo solo la quedó mirando con una sonrisa completamente inconsciente y después le silbó en forma de alago.

Nicki se rió y agarró una remera del chico que había en un perchero para ponérsela tras sentirse pudorosa.

El también aprovechó a que ella este en el baño para ponerse nuevamente su pantalón y después acostarse.

- tenes sueño? - preguntó en una carcajada la chica al salir y verlo bostezando

- si es que hace un rato me despertó una loca tocando timbre a dos manos

- ah que desubicada - acostándose al lado de el

- si la verdad que si - largó en una carcajada mientras ella se acostaba sobre su pecho

- *suelta un suspiro ya completamente acomodada* no se que voy a hacer cuando vuelva a mi casa

- no pienses en eso ahora - respondió acariciandole el pelo - dormí un rato y cuando te sientas segura volves, total acá compañía no te va a faltar