CAPÍTULO TRES

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- me vuelvo caminando para conocer la ciudad - soltó la protagonista parándose

- eh? estas loca? - preguntó Liliana - sentate Nicole

- nono, me voy

- Sergio - soltó en un suspiro la mujer buscando el aval de su marido

- *suelta una carcajada* dejala, no la vas a frenar, pelean al pedo

- *sonríe victoriosa* chauuu - alejándose

- cuidate - advirtió su padre antes de que ella se vaya por completo

- como siempre - respondió sin darse vuelta

- con razón nunca hace caso y hace lo que ella quiere, porque la dejas que te controle como quiere - se quejó Lili

- es grande mujer, sabe lo que hace

- si, seguí así, va a llegar un punto que te va a pasar por arriba, a vos, a mi y a todos

- ya lo hace - se metió Micaela

- jooo se unió Liliana junior - largó ya un poco harto el hombre - dejen de quejarse y pidan postre, ya es tarde y mañana tenes que ir a la escuela





Madre e hija se resignaron, hacía ya varios años que tenían la misma discusión, ya no se podía hacer nada al respecto.

Por otro lado, iba Nicole, muy despreocupada de todo, con sus auriculares, recorriendo la nueva ciudad con las manos en los bolsillos de su campera.





- uhhh perdón - se disculpó un chico al chocarla, mientras el salía de un kiosco y ella caminaba por la vereda





Claramente por el ruido de la música ella no había escuchado las disculpas, la idea principal era simplemente mirarlo mal y seguir caminando, pero al verlo, mas que cara de mala, puso cara de confusión.





- vos? - preguntó en una leve carcajada sacándose los auriculares





El chico chistó la lengua y bajó la mirada, pero claramente no iba a zafar de Nicole.




- míralo vos al pendejo trajeado - agregó en otra carcajada después de mirarlo bien y confirmar quien era





Tenía una visera puesta que hacía que un poco se le tape la cara, pero claramente era el vecino de en frente, ese que tanta pinta de cheto tenía, ahí estaba, con un conjunto de campera y pantalón de boca.




- que haces así disfrazado? queres espiar ventanas sin que se den cuenta que sos vos? - agregó la protagonista

- *suelta un suspiro corriéndose la gorra para atrás* no, ventanas espío la tuya nomas

- *alza las cejas* no te hagas el vivo

- *sonríe de lado* o que? me metes un tiro??

- si, donde lo queres? pierna derecha o pierna izquierda??

- *suelta una carcajada* deja de hacerte la mala, somos vecinos, nos tenemos que llevar bien

- a sos el vecino? pensé que me ibas a robar - largó sarcástica

- una sonrisa te voy a robar, antipática

- ah si? sos payaso?

- no, vos? sos sorda? digo, por la música de mierda que pusiste hoy a la tarde

- no pero la parte de que estoy re loquita si era verdad

- ah si, eso no lo dude, tranquila

- *se muerde el labio* bueno correte que tengo que seguir caminando

- correme - alzando los hombros




Claramente Nicole ni lo dudó y lo empujó no tan suavemente hacia el costado para poder seguir su camino, pero el chico la detuvo agarrándola del brazo apenas ella hizo unos pasos.




- no me vas a decir tu nombre? - preguntó cuando ella lo miró, bastante mal de hecho

- *asiente con una sonrisa sarcástica* no te importa - soltándose

- me importa, por eso te pregunto

- vos? como te llamas?

- ah no, yo te pregunté primero - alzando los hombros

- y Mateo? compraste la birra o la viniste a fabricar? - preguntó un chico acercándose





Nicole soltó una carcajada agachando la cabeza, el joven la vió e inevitablemente el también se rió.




- no, comprala - respondió dándole la plata, sin dejar de mirar a la protagonista

- no te salió mucho el misterio - habló Nicki cuando volvieron a estar solos

- *suelta una carcajada* ajá, Mateo, y vos? - estirándole la mano para saludarla





La chica bajó la mirada para ver la mano, y después volvió a mirarlo a el, claramente no le devolvió el saludo, ni respondió ninguna pregunta.

Por alguna razón ese tal Mateo le había caído bien, y ella es aun mas antipática con la gente que le cae bien; ademas, se quería hacer la interesante.





- ponete la visera para adelante devuelta, no vaya a ser que pase papi y te vea haciéndote el turro - largó para después irse sin dejarlo responder





El chico soltó un suspiro acompañado de una leve sonrisa mientras la veía alejarse, el hacerse la interesante le había salido muy bien, ahora Mateo no podía dejar de mirarla.





- y esa quien era? - preguntó el amigo cuando salió del kiosco - ey - agregó chistando los dedos frente a la cara del hipnotizado, ya que ni se había percatado de su presencia

- que? - por fin mirándolo

- quien era esa?

- nadie mi amor, no te preocupes - pasándole la mano por la mejilla

- *chista la lengua sacándolo* salí pelotudo

- para que preguntas entonces gede - soltó en una carcajada - vamos dale que les tengo que contar algo a todos - empezando a caminar





Los muchachos se volvieron a reunir en la esquina con los demás del grupo de amigos a tomar la cerveza.

Nicole caminó por varias cuadras mas, empezándose a maldecir por ser tan caprichosa y por querer hacerle la contraria a su madre, pensaba que su casa quedaba mas cerca, y ya hacía varios minutos que estaba caminando sin llegar a ningún lado, hasta había empezado a sospechar que se había perdido.

No se preocupó mucho y se sentó a descansar en el banquito de una plaza que encontró por ahí, aprovechó a prenderse un porro y disfrutar de la noche estrellada; pero no bastaron mas que unos minutos para que la sirena de la policía le quitara su tranquilidad.

Se giró para el lado donde provenía el ruido, encontrándose con una persecución, se quedó mirando interesada, era lo mas divertido que le había pasado desde su llegada a Buenos Aires.

La moto que era perseguida se logró esconder tras unos arboles y los giles del patrullero siguieron de largo, se rió tras ver esa acción y festejó por los motoqueros.

Después de observarlos por un rato más, los dos chicos que se estaban escapando entraron a una casa que hasta ese momento, ella pensaba que estaba abandonada.

Claramente sintió mucha curiosidad y quizo acercarse, algo le decía que había algo interesante ahí, pero el ruido de su teléfono la interrumpió.

DANGEROUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora