CAPÍTULO CUARENTA Y UNO

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- el la va a venir a buscar a ella, y se va a ir tranquilo, si se escapan, te va a terminar matando Mateo - habló el papá del protagonista tratando de protegerlo


- pero si no querías que me mate no lo hubieses llamado Pedro! - respondió el chico casi elevando la voz


- sos grande Mateo, te tenes que dar cuenta cuando tenes que frenar o cuando podes seguir, que estes cerca de ella es peligroso


- tiene razón - soltó Nicki en un suspiro


- no empieces Nicole ya lo hablamos - respondió Mateo ya empezándose a enojar


- no podes ser tan egoísta Mateo, Sergio es peligroso, lo sabes, no serías su primer muerto en el placard - largó la protagonista, quien ya estaba al borde de las lágrimas





El chico soltó un suspiro y frenó a mirar a su mamá, la mujer era un mar de lagrimas hacía ya un rato, su mirada le rogaba que se cuide, derrepente un nudo en la garganta se empezó a formar en Mateo, no le podía hacer eso, ya habían sufrido lo suficiente con su hermano.






- esta bien - largó asintiendo con la cabeza mientras agachaba la mirada - me dejan despedirme de ella? - volviendo a mirar a sus padres





Los adultos accedieron y se fueron a su habitación, los protagonistas se miraron ya con los ojos de ambos cristalizados al borde de las lagrimas.

Como siempre sus miradas se chocaron en un lapso infinito, diciéndose tantas cosas pero sin largar ni una sola palabra.






- te voy a amar toda la vida, no te olvides nunca de eso - habló Nicole poniendo su mano en una de las mejillas del chico


- *asiente con la cabeza* ya se


- perdóname por no poder hacer las cosas mas fáciles - casi sin poder terminar se hablar por empezar a dejar caer sus lagrimas


- perdoname vos a mi






Nicole negó con la cabeza sin poder soltar ninguna palabra, Mateo asintió secándose las lagrimas.





- perdóname por arriesgar mi vida por vos


- que? - preguntó confundida






El chico la dió vuelta y con su brazo empezó a apretar su cuello, había practicado lo suficiente con sus amigos para saber perfectamente como desmayar a una persona sin matarla.






- perdón, perdón - le susurró en el oído mientras ella se desvanecía en sus brazos





Se le hacía imposible contenerse las lagrimas, pero sabía que también iba a ser imposible convencerla de no separarse, así que tuvo que hacerlo casi obligado.

Con todas sus fuerzas la cargó en su hombro y caminó hacia la pieza de sus padres.





- qué pasó? que le pasó? - preguntó preocupada Juliana al ver a la chica desmayada


- perdónenme - agarrando el arma que Pedro había dejado a mano - no puedo estar lejos de ella devuelta, no puedo - volviendo a derramar algunas lagrimas


- Mateo - intentó frenarlo su papá soltando un suspiro


- perdónenme en serio - no lo dejó seguir hablando apuntándolo con el arma - voy a estar bien, se los juro


- ándate rápido, dale - largó su mamá después de asentir


- dame las llaves del auto - después de sonreírle


- te amo - dándole lo que le había pedido


- te amo





El protagonista miró por última vez a su papá y se fue de la habitación después de verlo asentir.

Fue lo mas rápido que pudo hacia el auto y dejó a la protagonista, todavía desmayada, en el asiento de acompañante y el arma que le había sacado a su papá arriba de la guantera.

Cerró la puerta para empezar a caminar hacia la suya y poder subirse, pero en el intento sintió como alguien le apoyaba algo en la nuca, y enseguida entendió que ya era demasiado tarde.





- el ultimo tiro que te puse debería haber sido en el medio de la cabeza, no en la pierna - escuchó la voz de Sergio a sus espaldas





Cerró las ojos soltando un suspiro al confirmar que era el, y se arrepintió con todas sus fuerzas de haber dejado el arma arriba del auto.

El hombre puso una mano en el hombro del chico para girarlo y ahora apuntarlo cara a cara.





- no te bastó con lo de tu hermano para darte cuenta que no te tenes que meter conmigo???


- no lo nombres


- no, nombrarlo no puedo porque no me acuerdo ni el nombre, al igual que mi hija con vos dentro de unos años


- como haces para ser tan mierda? - preguntó lleno de bronca


- yo no soy nada, yo protege a los míos, los que no son de mi familia, no me importan


- Nicole es de tu familia y tampoco te importa por lo que veo


- ni se te ocurra volver a decir semejante estupidez - largó furioso


- si tanto la queres porque no la dejas ser feliz?


- feliz era antes de conocerte, antes de que le metas todas las ideas en la cabeza sobre mi, ella me amaba


- yo no le dije nada, ella se enteró sola y vos solito la decepcionaste


- yo no decepcione a nadie, todo lo que hago es para mi familia, para que vivan bien


- bien? te pensas que puede vivir bien sabiendo que su papá es un asesino? le cagaste la vida Sergio


- vos nos cagaste la vida - cargando el arma - si aprieto el gatillo se me van todos los problemas entendes?


- *niega con la cabeza* si aprietas el gatillo perdes todas las oportunidades a que Nicole te perdone la vida


- tan importante te crees que sos? soy su papá, vos sos una etapa nomás





El chico no pudo responder, lo veía cada vez mas cerca de disparar y tan solo imaginarse que Nicole se iba a despertar con la noticia de que el estaba muerto casi no lo dejaba respirar.

Se arrepintió de desmayarla, se arrepintió de no hacerle caso, el en serio tenía todas las esperanzas de que las cosas salgan bien, se había enamorado como nunca en su vida y no creía que el destino fuera tan hijo de puta.

Derrepente se sintió un imbecil por haber llegado a tener la ilusión de escaparse con Nicole, por haber pensado que era muy temprano para los dos y darse el lujo de imaginarse una vida entera al lado de ella.

DANGEROUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora