CAPÍTULO DIECIOCHO

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Pasaron dos semanas bastantes tranquilas, el negocio de los Cucco por fin empezó a emprender en Buenos Aires, la segunda descarga de droga había salido bien, y ya desde hace varios días las ventas están altas, de a poco se van ganando su lugar, así como lo tenían en Rosario.

Nicole hizo un trato con Mateo y sus amigos, nadie se jode entre si, ambos tienen sus puntos de venta y mientras que ninguno se propase del territorio del otro, supuestamente todo va a estar bien.

En cuanto a los protagonistas... no hay nada que hablar, ella intentó ignorar cualquier cruce de miradas con el, el cada vez que podía la miraba; aunque hay algo que si tuvieron en común los dos, ese sentimiento como raro en el pecho, como si se extrañarían, aunque no hayan compartido mas que una semana hablándose, pareciera como que extrañaban toda una vida juntos.






- Nicole me escuchaste lo que te dije? - preguntó Liliana en un suspiro


- s-si - respondió mirándola


- repetimelo


- ripitimili - la burló - no soy pelotuda mami


- no, no sos pelotuda pero no me prestas atención cuando te hablo, hace media hora que estoy tratando de hilar una conversación y estas mirando a la ventana


- es que hay una araña y me pone nerviosa


- ajá si, la araña se llama el vecino


- no, no le puse nombre todavía - respondió sonriendo sarcástica - te escuché ma en serio - agregó en un suspiro parándose


- bueno entonces me acompañas o no?


- a donde?







La mujer la miró con ganas de matarla, Nicole soltó una carcajada.






- te jodo vieja - pegándole en el hombro - a le cena esa con tus amigas? si vamos


- bueno gracias - regalándole una leve sonrisa - habla bien, no me digas vieja - caminando hacia la puerta


- *se muerde el labio* ok pero no me pienso poner vestido, te aviso desde ahora


- obvio que te vas a poner vestido - cerrando la puerta


- daaaa vieja






La mujer soltó una carcajada y terminó de irse cerrando a puerta de la habitación, Nicki también soltó una leve risita; esta muy feliz con la relación que esta teniendo con su mamá, después de ese día que los amigos de Mateo la habían tenido toda la tarde incomunicada están como mas unidas, como mas amigas, se ve que Liliana se había preocupado en serio.

Al quedarse sola nuevamente en su habitación, la protagonista volvió a mirar por el ventanal, antes su atención se había desviado porque había visto al vecino hablando con unos hombres raros, pero cuándo quizo retomar el chisme, los hombres ya se habían ido, ahora estaba hablando con una chica.

Se acercó mas, siempre tratando de quedarse por detrás de las cortinas para que el no la vea, y ahí pudo ver quien era la chica, era Micaela. Abrió los ojos como plato y enseguida se dirigió a las escaleras para ir lo mas rápido posible hacia ellos.





- ay nena!! - se quejó la hermana menor al chocarse con Nicole en la puerta de entrada


- que haces? de donde venís? - preguntó con el ceño fruncido


- de la escuela idiota de donde voy a venir???


- hablale bien a tu hermana Micaela, no te está preguntando nada malo - se metió Sergio - por dios, son perro y gato






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