CAPÍTULO VEINTITRÉS

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- que haces acá? - preguntó la protagonista parándose al ver a Mateo acercarse


- como estas? - preguntó al estar mas cerca - tu vieja?


- *alza los hombros* supuestamente bien, no sé, no me dicen mucho - respondió mientras que los ojos se le llenaron de lágrimas enseguida - siento que todo esto es mi culpa - sin poder contenerse el llanto






Mateo chistó la lengua y no dudó ni un segundo en abrazarla, y por alguna razón, Nicole le devolvió el abrazo sin que le parezca raro, todo lo contrario, lo abrazó fuerte para seguir llorando aún más.

El le acarició el pelo todo el tiempo que ella necesitó estar reposada en su pecho, de a poco sus lagrimas se fueron tranquilizando, como si ese abrazo le hubiera dado la seguridad de que las cosas iban a estar bien.

Al ya estar mas tranquila se separó secándose las lagrimas y lo miró.





- que haces acá? - volvió a preguntarle


- quiero que me acompañes a un lugar


- eh? - preguntó confundida - no, no me voy a mover de acá, no la voy a dejar sola


- te juro que vamos y volvemos rápido, tu mamá va a estar bien


- pero a donde queres ir?


- me acompañas o no?






Nicole lo miró por unos segundos, el le hizo una leve sonrisa para intentar convencerla, y aunque la propuesta le pareció bastante rara, la chica terminó soltando un suspiro asintiendo con la cabeza.

Mateo sonrió y la agarró de la mano para empezar a caminar hacia el ascensor, al entrar se miraron ambos por el reflejo del espejo, como si el tiempo se hubiese detenido ahí, en ese cruce de miradas, mientras que también una leve sonrisa inconsciente se le escapaba a los dos.

Llegaron a la planta baja, salieron y fueron hacia el auto; ni Nicole misma podía creer como estaba confiando tanto sin hacer ninguna pregunta.

El protagonista arrancó el auto y a los pocos segundos rompió el silencio.





- agarra mi celu - le indicó a Nicole





Ella lo miró confundida pero le hizo caso.





- que hago?


- abrí instagram


- pone tu cara - mostrándole la pantalla del celular






El chico miró, el aparato se desbloqueó, Nicki entró a la aplicación, y ya no hizo falta mas ninguna indicación, el chat de su hermana estaba abierto, haciendo que la joven lo miré confundida.

Mateo la miró y con su cabeza señaló el teléfono, como dándole el pase a que lea.






- no lo puedo creer - largó después de leer la conversación - que pendeja de mierda la voy a matar - pasando sus manos por su cara


- si me mandaba y la buscaba yo solo seguro me echabas la culpa de que la tenía escondida por ahí abajo de la cama, por eso te insistí que vengas


- y como supiste vos que estaba todo armado por ella?


- que se yo, se me vino a la cabeza e intenté, no perdía nada - alzando los hombros - bue quedaba como un pelotudo por los mensajes nomás


DANGEROUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora