CAPÍTULO ONCE

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- Nicki, despertate, vamos a comer algo afuera - la llamó su papá moviéndola suavemente

- no gracias, no tengo ganas - respondió sin nisiquiera mover la cabeza de la almohada






Después de lo sucedido en el puerto se acostó a dormir y ahí sigue.





- dale hija no estes mal, te dije que no pasa nada, no te amargues

- no tengo ganas pa en serio, vayan ustedes - ahora si lo miró

- bueno - soltó en un suspiro - no estas mas castigada, salí a caminar un poco que a vos te gusta caminar de noche

- *sonríe* bueno gracias

- y pedite algo para cenar, no te quedes sin comer - acariciandole el pelo

- bueno - volviendo a recostarse





Sergio le dejó un beso en la frente y salió de la habitación, la protagonista se quedó por unos minutos mirando el techo, odia estar bajoneada, así que se decidió por meterse a bañar escuchando un poco de música para sacarse la mala onda de encima.

Prendió el parlante y disfrutó de poner las canciones al volumen que quería sin que su mamá o su hermana la molesten, y llenó la bañera para recostarse allí tranquila.

Estuvo un largo rato ahí, pero la piel de los dedos ya se le había empezado a arrugar por el agua, así que se dignó a salir, ya con un poco de mejor humor.





- ay la concha de tu madre! que mierda haces acá?????? - preguntó exaltada al ver al vecino acostado en su cama

- al fin loca, dos horas bañándote - se quejó recostándose boca arriba, ya que antes estaba boca abajo

- no te parece a vos que estas flasheando un montón de confianza? - caminando hacia su placard envuelta en la toalla

- no, por? - respondió con una leve sonrisa, dando a notar que estaba usando el sarcasmo

- como entraste? - preguntó después de morderse los labios soltando una sonrisa

- por el balcón - alzando los hombros - vi que tus viejos salieron y me mandé

- y no se te ocurrió, no se, tocar timbre???

- no - ambos soltaron una carcajada - porque no fuiste con ellos? - agregó sentándose

- no tenía ganas - respondió alzando los hombros

- estas bien? - preguntó con el ceño fruncido





La chica asintió girándose a mirar su placard, a ver si de una vez por todas se dignaba a vestirse.





- segura?





Todavía seguía de espaldas a el, pero por el espejo pudo ver que se había parado de la cama y se había acercado, por alguna razón una oleada de nervios le recorrió absolutamente todo el cuerpo.

No solo nervios, sino también muchos otros sentimientos y sensaciones; a ver, nadie puede negar que Mateo se parte, como tampoco nadie puede negar que una buena cura para un bajón es un buen polvo.

Trató de controlar sus impulsos y no darse vuelta para comerle la boca, podría estar flasheando cualquiera, aunque la tensión que hay en el aire cada vez que están cerca la ve hasta un ciego.





- ey - la sacó de sus pensamientos chasqueando los dedos

- que? - girándose rápido a mirarlo

- te pregunté si en serio estabas bien, no se, estas rara

- rara como?

- como apagada

- puede ser, si queres me podes prender - largó casi sin pensar





Mateo frunció el ceño con una leve sonrisa, Nicole se puso de todos los colores por la vergüenza.





- que... ósea... - se quizo explicar pero no le salían excusas





Se resignó en el intento y soltó un suspiro, se odió, no entendía lo que le pasaba, nunca en la vida se había puesto nerviosa por encarar a un pibe.

El protagonista seguía mirándola, claramente había notado sus nervios y podía deducir sus intenciones, pero Nicole se muestra siempre tan seria y despreocupada, que verla nerviosa le encantaba, así que no le sacó nunca la mirada de encima y a veces la provocaba bajándola a sus labios.





- te podes dar vuelta así me cambio? - preguntó Nicki corriéndose del tema rotundamente

- no - acercándose un poco más - termíname de decir lo que me ibas a decir

- no te iba a decir nada - respondió rápido

- segura? - volviendo a sonreírle - yo creo que si





La protagonista se mordió el labio e inevitablemente bajo su mirada hacia los labios de el, y sin pensarlo mucho, así como por inercia, lo besó.

Ambos tenían demasiadas ganas de que se concrete ese beso, se notó; se notó en la sonrisa que volvió a largar Mateo ya estando entre sus labios, la cual fue correspondida por Nicole.

Se besaron con ganas, las manos de él enseguida apretaron el culo de ella, mientras los brazos de ella rodeaban el cuello del chico.

Nicki empezó a caminar sin separarse para poder dirigirse a la cama, el caminaba de espaldas hasta llegar a quedar sentado en el colchón; ahí la chica se subió encima mientras el se iba deshaciendo de la toalla, para que después ella le saque el buzo, el cual salió con la remera y todo, dejándolo descubierto enseguida.

El protagonista empezó a bajar por el cuello de Nicole dejando besos que a ella la calentaban aún más haciendo que su respiración se vaya agitando de a poco.

Pero en ese preciso momento vió algo en el que la desconcentró.





- que te pasó ahí? - preguntó señalándole el brazo al verle una leve herida





El joven se miró desinteresado y respondió mientras volvía a besarla.





- no se me habré raspado subiendo el tapial

- con el buzo? - siguió indagando confundida, alejándose un poco de los labios del chico

- no se Nicole - soltó en un suspiro - en serio te vas a poner a pensar en eso ahora?

- *larga una carcajada* es verdad perdón - volviendo a besarlo





Mateo tomó el cuerpo de la chica para invertir los roles y el quedar arriba, y allí seguir besándola apasionadamente.

Volvió a bajar por su cuello, esta vez sin interrupciones llegó a sus tetas y jugó con ellas, para después bajar un poco mas y empezar a practicarle sexo oral.

Nicole se quedó impactada por la facilidad que tuvo el chico para hacerla venir en cuestión de pocos minutos, haciendo que nisiquiera se pueda resistir los gemidos de satisfacción.

Al terminar volvió a subir y la chica besó sus labios mientras se acomodaban nuevamente invirtiendo los roles, él sentándose en la cama, ella arrodillándose en el piso.

Se deshizo del pantalón del chico y ahora fue ella la que empezó a jugar con su boca, con mucha presión, Mateo había dejado la vara muy alta; aunque con la respiración agitada y los leves gemidos que largó, le dejó saber que hizo un muy buen trabajo ella también.

Por ultimo pasaron a la parte de la penetración, en varias poses, varios orgasmos, varios gemidos, hasta que el chico acabó y ambos se dejaron caer rendidos en la cama.

DANGEROUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora