CAPÍTULO VEINTICINCO

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- hacete la que sonreís un poco por lo menos - soltó en una carcajada Ariel entrando al casamiento agarrando la mano de Nicki


- llévame a la comida si queres que sonría






El chico se rió y ambos siguieron caminando, el lugar era gigante, al aire libre, con mucho pasto, decoración hermosa, en fin... un sueño.

Llegaron a la parte del catering, el paraíso para la protagonista, comieron un poco los dos juntos, Liliana apenas vió a sus amigas fue con ellas, y bueno, Ariel también.





- allá están los pibes, báncame que los saludo - largó alejándose, no sin antes dejarle un beso rápido en los labios





A Nicki no le preocupó mucho, había encontrado unas porciones de algo que no sabía que era, pero la volvieron loca.





- permiso - la interrumpió una voz masculina pasando por detrás de ella, colocando la mano en su cintura





La protagonista se dió vuelta dispuesta a dormirlo de una trompada, la mano había estado totalmente de mas, bue, nada mas hasta que vió de quien era esa mano.





- en todos lados vas a estar flaco?? - preguntó con la boca llena


- me contrataron como tu guardaespaldas no te enteraste? - preguntó Mateo con una leve sonrisa


- corro peligro entonces


- si de que te cague a besos


- que? - preguntó frunciendo el ceño haciéndose la desentendida


- *suelta una carcajada* que peligro corres al lado del tarado aquel, al lado mío vas a estar siempre bien cuidada


- ajá, me imagino - volviendo a morder otro pedazo de comida


- te dijo que estás hermosa?





Nicole lo quedó mirando unos segundos un poco sorprendida por el piropo, después negó con la cabeza.





- viste, es un gil - comiendo algo el también


- todavía no entiendo que haces acá - después de largar una leve sonrisa


- ni idea me trajo mi vieja - ambos se rieron - vos?


- también, ahora que somos amigas la tengo que acompañar


- tu hermana? cómo está?


- y ahí anda - alzando los hombros - tratando de ver si consigue un cerebro en oferta


- *se ríe* veo que de ella no te hiciste amiga


- intente te juro, pero es imposible





Mateo asintió con la cabeza con una lave sonrisa, ambos se quedaron mirando, no entendían lo que les pasaba, cada vez que su mirada se cruzaba mas de 1 segundo derrepente como que se hipnotizaban.





- vamos a tomar algo? - preguntó el protagonista rompiendo el silencio





Nicki miró por las espaldas del chico a ver en que andaba Ariel, si los veía iba a joder y no tenía ganas de aguantarlo, pero al verlo que estaba totalmente en la suya aprovechó para acceder a la propuesta.

Agarró unas porciones mas de la comida y ambos fueron hacia la barra.

Al pedirse sus tragos se quedaron ahí tomándolos, charlando, riéndose, así como si fueran amigos de toda la vida; allí pasaron vario rato sin darse cuanta que el reloj seguía corriendo, y que ya se habían tomado como tres vasos cada uno.





- que onda? - interrumpió las risas Ariel


- que onda que? - preguntó Nicki





Mateo solo se mordió el labio fastidiado con tal solo haberle escuchado la voz.





- estas en todos lados vos - ahora habló dirigiéndose a el protagonista - como la basura


- y vos sos un plaga, no te banca nadie - respondió despreocupado tomándose los últimos sorbos de su vaso


- de que te reís? - le preguntó a Nicole tras verla soltar una leve carcajada


- de que si quieren armamos una batalla de rap acá mismo


- *chista la lengua* vamos a bailar - agarrándola del brazo





No fue un agarre brusco, ni con malas intenciones, pero Mateo le tenía ya varias ganas y cualquier cosa le venía bien para pelearlo.





- no la toques - agarrándole el brazo a el, lo alejó mirándolo amenazante - anda a bailar solo así practicas para el circo


- vos me vas a decir como yo tengo que tratar a mi novia? andate vos que sos el único que sobra


- te conviene que te diga yo como la tenes que tratar, así ves si así le moves un pelo


- Mateo - lo frenó Nicki





El chico la miró, ella negó con la cabeza parándose.





- vamos dale - largó empezando a caminar, incitando a Ariel a que el también lo haga





Mateo le pegó un golpe a la barra y nisiquiera se tomó el trabajo de verlos como se alejaban, no vió que Nicole se giró a mirarlo deseando quedarse con él ahí sentada por el resto de su vida.

Intentó poner su mejor cara bailando con el chico, al rato llego su mamá, la cual ya estaba pasada un poco de copas y se le hizo más pasable la situación.

Después de un tiempito Liliana volvió con las amigas, ella se volvió a quedar sola con Ariel, pero no por mucho rato, los amigos del chico llegaron a interrumpirlos, y ella ya casi que había dejado de existir en la ronda.

En el medio del aburrimiento vió a Mateo a lo lejos, como si se estuviera yendo, y no dudó ni un segundo en ir atrás de el, nisiquiera se tomo el trabajo de fijarse si su novio la había visto.





- ey - lo frenó elevando un poco la voz acercándose, tuvo que trotar un poco para alcanzarlo - te vas? - preguntó cuando el protagonista se giró a verla


- *asiente con la cabeza* es un embole esto


- si la verdad que si - soltó en una leve carcajada - pero no te vayas




Su mirada hacia el mientras soltaba esas ultimas palabras parecía como que le rogaba que se quedara.




- para que queres que me quede? para refregarme en la cara que estás con el tarado ese?


- no - soltó en un suspiro - no se, saber que estás acá me da ganas de quedarme - alzando los hombros





Mateo se quedó un poco duro con la confesión de la chica, hasta ahora solo había recibido rechazo o peleas, eso fue tierno y no se lo esperaba ni ahí.

Esas simples palabras bastaron para que se le vaya el enojo que había agarrado tras que ella se vaya con Ariel.






- vení conmigo entonces - propuso con una leve sonrisa





Nicki lo quedó mirando mordiéndose el labio totalmente tentada a acceder.

DANGEROUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora