DANGEROUS

CAPÍTULO TREINTA Y DOS

- que haces? te vas con el vecino? - preguntó Micaela antes de que Nicole salga por la puerta

- ay Mica basta me cansas - pasando sus manos por su cara

- te dije que me gustaba y enseguida te le fuiste a hacer la linda, porque?

- yo no me le hice la linda a nadie, pero hay una diferencia entre nosotras, vos te moriste todo el tiempo por querer llamarle la atención y ni te miró, y yo hice de todo para que no me mire y no me lo pude sacar de encima

- eso es, todo el tiempo me queres competir

- no, no es competencia, pero avivate - chasqueando los dedos - sos mala persona Micaela, se te nota, el nunca te iba a mirar

- y quien te dijo que nunca me miró?

- *suelta una carcajada* chau Mica - abriendo la puerta

Al abrir se encontró justo con su papá que estaba por entrar, haciendo que ambos se exalten al casi chocarse.

- todo bien? - preguntó el hombre - donde vas?

- a dar una vuelta - respondió sin mirarlo

- como te gusta dar vueltas eh

- si, esta casa asfixia, la GENTE de esta casa asfixia

- que te pasa? - preguntó frunciendo el ceño

- nada, me voy - pasando por su lado casi chocándolo

La joven se fue sin mirar atrás, agarró su auto y salió para la casa abandonada, había quedado en verse ahí con Mateo.

Llegó al lugar, el chico la estaba esperando afuera, sonrió inconscientemente al verlo y se bajó del auto para empezar a caminar hacia el, el también sonrió al verla.

- hola hermosa - la saludó tomándola de las mejillas para darle un beso

- hola - le devolvió el saludo entre sus labios

- cómo estás? mejor?

- *alza los hombros* la verdad que no sé - soltó en un suspiro - encima también hoy Ariel se fue de casa

- en serio? - sonriendo - por fin

Nicole se mordió el labio alejándose un poco.

- que? te afecta que se haya ido? - preguntó Mateo ya con la sonrisa totalmente desarmada

- no, nose - soltó en un suspiro pasando sus manos por si cara - están pasando muchas cosas juntas, no se como tomarme nada

El protagonista no dijo nada, simplemente la abrazó rodeando sus brazos por encima de los hombros de ella, la veía muy apagada y eso lo ponía mal.

Se quedaron unos minutos ahí, sin moverse, refugiándose en los brazos del otro haciendo como si la vida en realidad no estaría yendo tan mal.

Pero Mateo se separó confundido al ver por las espaldas de la chica a Sergio acercándose, Nicole lo miró y al verlo mirando por detrás de ella se dió vuelta.

- que haces acá? - preguntó el hombre mirando a su hija con el ceño fruncido - no te dije yo que no vuelvas acá nunca más???

- y porque te preocupa tanto que vuelva? - preguntó la joven amenazante

- así que vos también estas metido en esto - agregó el mayor ahora dirigiéndose a Mateo - que mentira le estás inventando a mi hija??

- no - respondió en una carcajada el chico - yo no tengo nada que inventar

- anda al auto Nicole - largó el hombre sin dejar de mirar fijo al protagonista

- dame el arma - habló ella estirando su mano

- porque debería traer un arma? - preguntó corriendo su mirada hacia su hija

- porque me seguiste, estás desconfiando de algo

- debería desconfiar de vos?

- y yo de vos? - retrucó la pregunta sin salir de la postura amenazante

Si algo había aprendido de su papá era a mantenerse firme aunque esté llena de miedo, porque si, estaba llena de miedo, sabía que a ella no le iba a hacer nada, pero a Mateo si.

- sabes que podría aceptar muchas cosas en mi vida - largó el hombre volviendo a mirar al chico - pero que me pongas en contra a mi familia no - sacando un arma de atrás de su pantalón para apuntarlo

- anda adentro Nicole - ordenó el joven poniendo la mano en la cintura de la chica

La protagonista por lo contrario a obedecerle le corrió el brazo deshaciéndose de su tacto y sacó su arma que también la guardaba en su espalda baja enganchada en el pantalón, y para sorpresa de todos, en vez de apuntar a Sergio, se dió vuelta y apuntó a Mateo.

- en serio te pensas que me voy a creer todas las pelotudeces que me decís? - preguntó - venís, me robas la droga, y después te haces el pobrecito queriendo ensuciar a mi viejo, te pensas que voy a caer así de fácil?

Mateo la miraba totalmente confundido, su papá también.

- y vos - ahora mirando a su padre pero sin dejar de apuntar - que desconfías de mi? tengo todo un plan armado para venir y cagarle la vida y me arruinas todo

- n-nose, estabas rara - respondió el hombre bajando el arma, no entendía mucho lo que estaba pasando

Pero si hay alguien que entendía menos que menos era Mateo, no le sacó en ningún momento los ojos de encima a ver si con alguna mirada ella le podía indicar que estaba actuando, pero no, cada vez parecía ser mas real.

- y a vos - volviendo a mirar al chico - no te meto un tiro porque sería la vía fácil, quiero que sufras, quiero complicarte la vida, para que veas con quien te tenes que meter y con quien no

Al terminar de hablar se guardó el arma.

- vamos pa, los amiguitos adentro ya habrán visto todo en cualquier momento cae la cana - empezando a caminar

El hombre lo miró a Mateo por ultima vez y la siguió sin todavía terminar de entender del todo las cosas.

- pendejo boludo, me vino a decir que eras un asesino y que se yo que mierda - largó en una carcajada mientras se alejaban- se piensa que nací ayer

- *suelta una carcajada despeinándola* no se de que me preocupo yo si sos bien Cucco pendeja, te eduque bien

- te queda duda de eso todavía? - preguntó mirándolo con una sonrisa empezando a cruzar la calle yendo a su auto

- no, ni una - el ya había llegado al suyo

La chica le sonrió por última vez y fue a subirse a su vehículo para arrancarlo enseguida, pasó frente a Mateo quien todavía la miraba confundido, ahora estaba acompañado de dos amigos que la miraban de la misma manera.

Pero no lo miró mucho y siguió, detrás de ella fue Sergio, permitiéndole ver a la joven por el espejo retrovisor, como su papá sacaba un arma por la ventana y al pasar frente a los jóvenes disparó.

Se cegó enseguida, un bocinazo intermitente la aturdió tras ella casi chocarlo por no haber frenado, desde donde estaba no llegaba a ver a quien le había dado el disparo, solo llegaba a ver que definitivamente a uno de los tres le había pegado.