CAPÍTULO VEINTIOCHO

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- p-por la foto pregunto - agregó señalando el retrato al ver que el chico se quedó en silencio mirándola un poco confundido


- ah - respondió después de mirar - si - a secas, volviendo a mirar el pie con hielo


- me parece que no tengo que indagar por ahí





Mateo no respondió, se siguió haciendo el que estaba concentrado en ponerle el hielo a la protagonista, como si eso requeriría de mucha concentración.





- pero la verdad que me mata la curiosidad - agregó después de intentar aguantárselo


- *suelta una carcajada mirándola* que queres saber?


- no se - alzando los hombros - parece como que se te pusieron los ojos brillosos apenas lo nombré - en su tono se notó que se estaba muriendo de la ternura


- *asiente con la cabeza* murió





Nicki se mordió el labio sin correrle la mirada de encima, pero el si lo hizo, volvió a mirar hacia abajo para disimular que ahora sus ojos estaban mas brillosos que antes.

Las ganas de abrazarlo le inundaron el cuerpo, y la verdad que en ese momento no existió orgullo que se lo impida, así que lo hizo.

Rodeó sus brazos por encima de sus hombros, el se lo correspondió solo con un brazo en la espalda, nunca dejó de sostenerle el hielo del tobillo.





- perdón yo soy la mas metida del mundo - rompió el silencio desarmando el abrazo después de mantenerse allí un rato


- *sonríe de lado* todo bien Nicki, tengo que aprender a afrontarlo, no puedo estar toda la vida haciendo como que no pasó nada


- eran muy unidos?


- pff - largó al borde de las lágrimas - mi mejor amigo, no sabes lo que haciamos renegar a mis viejos los dos juntos - soltó en una leve carcajada ya con sus mejillas un poco mojadas


- me imagino - acompañando la carcajada del chico


- Felipe se llamaba - agregó todavía con una leve sonrisa - éramos muy cómplices en todo, si alguno se mandaba una, el otro ponía la cara también para que lo reten


- tenía tu edad?


- *niega con la cabeza* dos años mas grande - limpiándose las lágrimas - toda la viveza que tengo hoy yo es gracias a el, me guió en todo






Nicole lo quedó mirando con una sonrisa de boca cerrada, derrepente la frase que le había dicho hacía unos días cobró más sentido y le dió mucha mas ternura aún.






- te puedo preguntar que le pasó? o voy a seguir metiendo la pata?? - preguntó rompiendo el silencio





Definitivamente si, metió la pata; Mateo volvió a agachar la mirada, se puso como nervioso, pero después de unos segundos respondió.






- tuvo un accidente en el trabajo


- que? se hacía el malo así como vos??


- *suelta una leve carcajada medio forzada negando con la cabeza* el laburaba en serio, se quería ir a la mierda de acá


- de acá donde? de Buenos Aires??


- de casa






Nicole lo miró confundida, era como que cada cosa que le contaba, sentía que menos cosas de él sabía.





- vos viste como es mi viejo - se empezó a justificar tras ver la cara de la chica - las exigencias que tiene conmigo eran el triple con Feli, pero el no era como yo, tenía mas huevos, se le plantaba - suelta un suspiro - y bueno, se metió a laburar en una empresa y... bueno, eso - pareció como que no pudo seguir hablando por los nervios


- eso que? que le pasó??


- te voy a buscar mas hielo - parándose - se está derritiendo


- no, no hace falta, ya estoy mejor


- pero...


- no pasa nada Mateo, si no me queres contar esta bien





El chico se sintió un poco culpable, parecía que no confiaba en ella, y era lo que menos quería transmitirle en estos momentos, así que volvió a sentarse soltando un suspiro.





- la empresa tenía mucha falta de higiene, falta de cuidados, trabajaban con cosas tóxicas sin saber que eran tóxicas, el dueño no les avisaba para que no pidan aumento de sueldo ni se bajen, aparte era la producción que mas plata le daba


- es terrible lo que me estás diciendo Mateo - largó sorprendida - me imagino que cerraron esa empresa y al dueño lo mataron a trompadas


- si - respondió después de unos segundos en silencio - de algo sirvió que mi viejo sea juez, la empresa se cerró al toque y el dueño esta en cana - habló como medio despreocupado y después en otro suspiro volvió a pararse - ahora si, te voy a buscar mas hielo


- *suelta una leve carcajada frenándolo agarrándole la mano* no, estoy bien en serio


- segura? mira que no me estoy queriendo escapar, se esta derritiendo de verdad - agregó el también soltando una risita


- sii estoy bien, ya se me deshinchó, ni me duele, mira






La última palabra la soltó para después pararse, pero no calculó del todo bien las distancias y quedaron frente a frente bastante de cerca, y para colmo, sus manos no se habían soltado.

Se notó los nervios de ambos al tenerse cerca, ninguno pudo disimular que las miradas casi ni se podían mantener en los ojos, bajaban muy seguido a los labios.

Era obvio que esos labios se extrañaban, que ellos se extrañaban y se necesitaban, era obvio que se venía el beso.

Pero el ruido de la llave en la puerta los interrumpió haciendo que ambos miren exaltados para ese lado; eran los padres del protagonista.





- vos sos pelotudo o practicas? te llevaste al auto, nos dejaste a pata - largó Pedro sin nisiquiera un hola, tenía a su mujer como colgada en su brazo


- uh perdón - respondió en una leve carcajada - no me di cuenta - mirando confundido a su mamá





A estas alturas ambos ya habían dado un paso hacia atrás para alejarse.





- encima tu madre que se tomó todo - se quejó el hombre soltando un suspiro


- veo - largó en otra carcajada


- me voy a llevarla a la pieza - empezando a caminar


- perdón que no te saludó, no es muy simpático - habló Mateo dirigiéndose a Nicki una vez que el hombre se fue


- no pasa nada - largó en una carcajada - me voy yendo mejor


- podes o te llevo?


- puedo, gracias - respondió sonriéndole





El chico asintió con la cabeza, ella agarró sus tacos en el piso y empezó a caminar hacia la salida; el dueño de la casa abrió la puerta, se despidieron con un beso en el cachete, no sin antes un cruce de miradas en el cual dudaron en donde iba a ser el beso.

Nicole cruzó para su casa, recién cuando ella estuvo adentro Mateo cerró la puerta de la suya.

Para la suerte de la protagonista llegó perfectamente a acostarse justo antes de que llegue Ariel, así que se hizo la dormida para evitar cualquier tipo de reclamos.

DANGEROUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora