Magia ,Deseo Y Mentiras

Capitulo 🎩34

No me lo perdería por nada del mundo.

A Nattawin le dio un vuelco el corazón dentro del pecho.

-Sí te lo has perdido. Acaba de terminar. Pero da igual. Tenías que solucionar una crisis en Dubái.
Mile sacudió la cabeza.

-No había ninguna crisis en Dubái -curvó los labios-. Pero tuve que ir hasta allí para darme cuenta. En cuanto lo supe regresé a Nueva York. Se pasó la mano por la cara y Nattawin fue consciente de que aunque iba vestido
de traje no parecía el hombre de negocios que la había dejado en la isla. Tenía la camisa arrugada y parecía más pálido de lo habitual. Lo que sostenía entre las manos no era el móvil, sino el pasaporte.
Seguramente había llegado directamente del aeropuerto y debía de estar agotado. Pero al recordar cómo le había soltado las manos cuando le dijo que le amaba apartó de sí cualquier pensamiento de compasión.

-Bueno, siento que hayas malgastado el viaje -afirmó con sequedad-. Los dos viajes.

-Nattawin, por favor...

-No, Mile, no quiero hacer esto -sacudió la cabeza. Le temblaba todo el cuerpo-. Si quieres ver a George, habla con mi abogada.

-No quiero hablar con tu abogada. Quiero hablar contigo.
Mile dio un paso adelante.

-Te hice una promesa. Dije que estaría aquí y he estado. No en la primera fila, he llegado un poco tarde para eso. Pero he estado atrás todo el rato. No debería haberme ido. Sé que cometí un error, pero... -hizo una pausa y frunció el ceño-. Pero, cuando me dijiste que me amabas, entré en pánico.

La elección de palabras fue como una bofetada para nattawin. No podía dejar más claro que sus sentimientos no eran correspondidos. El corazón le pesaba
dentro del pecho y de pronto se sintió muy cansado.

-No necesito escuchar esto, Mile-afirmó-. Solo quiero irme a casa. ... Él negó con la cabeza.

-No te puedes ir hasta que hayas entendido esto -Mile trató de sostenerle los brazos, pero el se zafó.

-Lo entiendo. No me amas y solo quieres casarte conmigo por George. Y ahora quiero irme a mi casa.

-Tu casa es donde estoy yo, Nattawin Y no solo por George -Mile le tomó el rostro entre las manos y esa vez el no se apartó-. Mírame. Tal vez eso fuera verdad al principio, pero ya no. George es nuestro hijo, pero no es la
Razón por la que quiero casarme contigo. Quiero que seas mi esposo porque te amo.

-Si amas a alguien, no entras en pánico si esa persona te dice que siente lo mismo -afirmó el con obcecación.
Mile negó con la cabeza.

-No es verdad. Te amo, Nattawin. Y me entró pánico. Cuando pronunciaste aquellas palabras ya no pude pensar con claridad. Solo sabía que no podía permitir que nada malo le pasara a mi empresa. Sé que no lo entiendes, pero me he pasado la vida buscando la perfección, primero en el colegio y luego en el trabajo. Y cada vez que alcanzaba mi objetivo me fijaba uno nuevo.
Mile frunció el ceño y luego continuó.

-Cuando me dijiste que me amabas, no podía limitarme a repetirte las mismas palabras. Quería demostrarte cuánto te amo, y pensé que eso significaba arreglar las cosas en Dubái, que, si no podía solucionarlo, entonces no te
merecía. Pero en cuanto llegué me di cuenta de que no estaba arreglando algo, solo rompiéndonos a nosotros, y por eso volví a Nueva York.
Se le quebró la voz ligeramente.

-Porque no puedo volver a perderte, Nattawin La empresa, mi carrera... nada de eso me importa si no estamos juntos. Lo único que quiero es estar
contigo -se detuvo y clavó sus oscuros ojos en el..
-- ¿Quieres volver conmigo?

A Nattawin le latía con fuerza el corazón en el pecho, pero el amor que sentía por él era sólido.
-Sí -dijo suavemente. Y al mirar en su rostro vio esperanza y amor brillándole en los ojos.
Mile lo atrajo hacia sí y hundió el rostro en su pelo.

-Tenía tanto miedo de haberlo estropeado todo, de perderte...

-No puedes perderme. Eres mi marido, mi corazón -alzó el rostro para mirarle y sonrió tímidamente mientras los ojos se le llenaban de lágrimas-.
Te amo Mile....

-Yo también te amo -Mile inclinó la cabeza y lo besó con dulzura-. Más de lo que nunca creí que podría amar a nadie. Y las cosas van a ir bien entre nosotros.
Nattawin le acarició la mejilla.

-¿Lo prometes?

-Oh, sí lo prometo-murmuró Mile..

Y el lo creyó porque vio la certeza y el amor que sentía reflejados en sus ojos negro cuando inclinó la cabeza para volver a besarlo.....

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