Capitulo🎩 16

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Mile recordó el momento en que fue consciente por primera vez de la existencia de Nada Nattawin Taylor

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Mile recordó el momento en que fue consciente por primera vez de la existencia de Nada Nattawin Taylor.
Fue en la inauguración de su primer proyecto
importante, el rancho Rocky Creek. Llevaba dos años trabajando en él, un resort de lujo situado en un terreno de tres mil acres. Su deseo era que Helena, su madre, e
stuviera allí. Pero como era de esperar y a pesar de que le había recordado con frecuencia la fecha, hubo un problema. Su hermanastro, Oliver, jugaba un partido de polo ese día, así que su madre se perdió lo que para
Mile había sido el acontecimiento más importante de su carrera hasta el momento.

Estuvo a punto de no ir a la inauguración. Pero como de costumbre, los negocios pudieron más que la emoción y Mile se tragó la desilusión y se unió a los invitados para ver el cabaret nocturno.
No tenía muy claro en qué momento Nattawin dejó
de ser solo un entretenimiento. Apenas se había fijado en los otros números, y aunque le parecía que era guapa, no era su tipo. Pero en algún momento, cuando barajó
y cortó las cartas sin esfuerzo frente a un público entregado, fue incapaz de apartar la vista... y aunque se creía indiferente a la magia, se encontró sin saber
cómo bajo su hechizo.

Mile trató de atraerlo con la mirada, y como si hubiera agitado una varita mágica, el lo eligió entre el público. Todavía ahora podía recordar la corriente eléctrica que lo atravesó cuando sus manos se tocaron. Pero, al final de la
actuación, Teddie se dio la vuelta y se mezcló con los otros invitados. Solo que no había sido realmente el final de la actuación, por supuesto.

Nattawin lo esperaba en el bar con el reloj que le había quitado de la muñeca. Aquella noche la pasaron juntos en la suite principal del hotel. Siete semanas después se casaron, y seis meses después estaban divorciados.
Herido y enfadado, mile le había asignado el papel de malo creyendo que lo había utilizado para tener acceso a la alta sociedad.
Ahora, con la perspectiva que daba el tiempo, podía ver que le había resultado fácil convencerse a sí mismo de aquello porque había una rabia más profunda.
Una rabia hacia sí mismo por haberse visto arrastrado por un Doncel como el después de todo lo que había pasado y visto. Frunció el ceño. Cuatro años atrás todo le había parecido muy fácil. Creía tener a Nattawin Taylor completamente calado.

Pero ahora estaba claro que nunca lo había entendido de verdad. De hecho, su previo entendimiento de quien era parecía no tener ninguna relación con el doncel que se había preocupado por él en el avión o que había
mantenido económicamente solo a su hijo.

Una suave brisa agitó las cortinas de muselina y mile se giró hacia la ventana, deslizando la mirada por el calmado mar azul que se extendía hacia
el horizonte en todas direcciones. Aunque lo había condenado como un chico doncel superficial e interesado. cuando rompieron, no podía ignorar los hechos, y la verdad era que Nattawin no había reclamado nunca más que el modesto acuerdo que recibió cuando se divorciaron, un acuerdo que por supuesto no incluía dinero para George.

De hecho, se las había apañado para mantener a su hijo y a el mismo sin él. Así que a Mile no le quedaba más remedio que contemplar la asombrosa posibilidad de que se hubiera equivocado al juzgar a Nattawin. Tal vez había
copiado y pegado la desastrosa e infeliz relación de sus padres a su propio matrimonio, haciendo que los hechos encajaran en la teoría. Pero ¿cuáles eran los hechos respecto a su exmarido? ¿Qué sabía realmente de Nattawin? Sintió que el corazón le latía más despacio.
En principio se suponía que aquellas vacaciones eran para conocer a su hijo, pero estaba claro que También necesitaba conocer a su exmarido. De hecho, no era únicamente una necesidad. Quería conocer mejor a Nattawin, estar cerca de el.

Sintió que algo le hacía explosión dentro del pecho, pillándole desprevenido. La última vez no habían llegado a conocerse como personas. No había sido Mmaquel tipo de relación. De hecho, no había relación, solo era un deseo desnudo y embriagador. Y ahora era la madre de su hijo, y la consecuencia lógica y necesaria de ese hecho era que deberían volver a casarse, porque el trabajo de mile era ocuparse de su hijo y de la madre de su hijo. Pero esa vez sería diferente, más parecido a un acuerdo de negocios. No habría emociones complicadas ni expectativas. Marcaría los límites y no
permitiría que los traspasara, y entonces lo tendría todo: un imperio empresarial, un doncel hermoso y un hijo. Lo único que necesitaba era convencer a Nattawin de que le diera una segunda oportunidad.

Mile suspiró. A juzgar por su continua resistencia a la posibilidad de renovar siquiera su relación, aquello iba a ser todo un reto... sobre todo
porque no sabía ni por dónde empezar.

-Espera un momento, George -Nattawin giró suavemente a su hijo para que la mirara y le puso crema de protección solar en los brazos, maravillándose, como cada mañana por haber tenido algo que ver en la creación de aquel
precioso ser humano. Tenía la carita vuelta hacia el, sus ojos oscuros lo miraban con absoluta confianza, y Nattawin sintió que se le encogía el corazón no solo por el amor, sino por saber que el nunca se había sentido como su hijo, criado para sentirse seguro, protegido y querido en el mundo. En cambio el vivió en una incertidumbre constante, con padres que estaban ausentes física o
emocionalmente......

 En cambio el vivió en una incertidumbre constante, con padres que estaban ausentes física o emocionalmente

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