Capitulo 🎩11

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A las cinco en punto, Nattawin estaba mirando un brillante rascacielos mientras a su alrededor los grupos de turistas charlaban y se reían, sin duda de camino
al Empire State Building o algún otro punto turístico famoso.

Ojalá el fuera también una turista más que pudiera disfrutar de unas bien merecidas vacaciones en lugar de tener que enfrentarse a un exmarido calculador. Pero, cuanto antes se enfrentara a Mile, antes podría volver a casa, así que atravesó las puertas giratorias del rascacielos de cristales ahumados en el que se encontraba la sede principal de Leonidas Holdings.

Cinco minutos más tarde estaba subiendo en el ascensor con una sonrisa empastada justo a tiempo cuando se abrió la puerta

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Cinco minutos más tarde estaba subiendo en el ascensor con una sonrisa empastada justo a tiempo cuando se abrió la puerta.

-Señorito Taylor -un joven asistente dio un paso hacia delante sonriendo con educación-. Si es tan amable de acompañarme, el despacho del señor Leonidas
es por aquí. Pero el señor Leonidas no estaba dentro, descubrió Teddie cuando el asistente lo invitó a pasar a un despacho vacío. Se preguntó si Mile se habría ausentado
a propósito. Seguramente sí, para atacar su psique haciéndolo esperar.

Miró a su alrededor y entornó los ojos ante la impresionante panorámica de Nueva York, los muebles Bauhaus y la enorme pintura abstracta que colgaba
detrás del escritorio.

-Siento haberte hecho esperar.

Nattawin se dio la vuelta con todo el cuerpo tenso cuando Mile entró en el despacho, sus ojos oscuros se deslizaron sobre sus pantalones de pitillo gris, la camisa de seda blanca y sus botas

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Nattawin se dio la vuelta con todo el cuerpo tenso cuando Mile entró en el despacho, sus ojos oscuros se deslizaron sobre sus pantalones de pitillo gris, la camisa de seda blanca y sus botas. Se detuvo frente a el y Nattawin sintió que se le encogía el estómago.

 Se detuvo frente a el y Nattawin sintió que se le encogía el estómago

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Magia ,Deseo Y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora