Capitulo 🎩25

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Nattawin resistió el deseo de abrazarlo y utilizarlo como escudo.

-Sí, pero no corras... y no te olvides de dar las gracias -le dijo cuando el pequeño salió corriendo.

Había una ligera brisa en la terraza y a Nattawin se puso un mechón de pelo tras la oreja. Sabía que debería decir algo, pero no se le ocurría ni una sola palabra.

Sintió una oleada de pánico cuando mile se acercó más. ¿Y si trataba de besarlo y George lo veía? nattawinse movió hacia la esquina de la mesa.
Mile observó su rostro con calma. A juzgar por la fría actitud de Nattawin aquella mañana estaba claro que no tenía una confianza plena en él. Por un instante consideró la posibilidad de dejarle algo de espacio, pero tenía la
responsabilidad de hacer que aquello funcionara, que el viera por qué tenía que funcionar.

-¿Qué planes tienes para luego? -le preguntó bruscamente.

Nattawin lo miró con los ojos muy abiertos.

-Ninguno. Seguramente ir a la piscina. ¿Por qué?

-Porque he pensado que tú y yo podíamos pasar la tarde juntos -su oscura mirada le recorrió el rostro-. Los dos solos. Hay algo que quiero enseñarte. Necesitas pasar un poco de tiempo sin ocuparte del niño, y Melina adora a George. Y a él le gusta pasar un rato con ella. Y si hay algún problema podemos estar de regreso en diez minutos. Por eso vamos a ir en lancha motora.

Mile sonrió y señaló hacia la embarcación, donde Dinos estaba sentado con una mano apoyada en el timón.

-Y Dinos puede pescar sin que Melina intervenga, así que todo el mundo contento.

Nattawin sacudió la cabeza y sonrió.

-Nunca he entendido lo de la pesca... me parece muy aburrido.

-No es aburrido... es como ir de compras, pero con una caña.

Nattawin le dio un pequeño golpe en el brazo.

-Está claro que nunca has ido de compras.

-Y está claro que tú nunca has ido de pesca -contraatacó mile.

-¿Y tú sí, supongo?

Nattawin sintió una oleada de calor cuando la mirada de Aristo se deslizó por el.

-Solo una vez -él bajó la cabeza y le rozó la mejilla con los labios. Su. cálido aliento le provocó una agradable sensación por la piel-. Pero fui poco cuidadoso y lo dejé escapar -susurró.

Bajó la cabeza y le besó la boca suavemente con las manos enredadas en el pelo, atrayéndolo hacia sí mientras el motor de la lancha se ralentizaba y luego se detenía.

Mile levantó la boca y miró hacia el agua

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Mile levantó la boca y miró hacia el agua.

-Adelante -dijo tendiéndole la mano-. ¡Vamos a ver el resto de la isla!

Magia ,Deseo Y MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora