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Plan familiar — 17 años

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Plan familiar — 17 años

Me desperté por unos golpes en mi puerta, y a pesar de no haber respondido, unos pocos segundos después alguien entró al cuarto de todos modos.

—Buen día— oí decir a Pablo, abrí los ojos de inmediato, y lo primero que vi fue a él, con una bandeja entre sus manos —Llegó el servicio al cuarto—

—Buen día, que linda sorpresa— sonreí mientras me estiraba en la cama

Pablo se acercó a mí, depositó un corto beso sobre mis labios y apoyó la bandeja con el desayuno sobre mi regazo. 

—¿Cómo durmió la chica más linda?— preguntó mientras se sentaba a mi lado

—Muy pero muy bien— sonreí aún más —es que soñé con vos, toda la noche—

—¿En serio? ¿Me lo contas?— pidió con un brillito especial en sus ojos

—Estaba en San Esperanza, soñé que estaba en casa de Hilda, comiendo esas galletas tan ricas que siempre hace, y en el sueño estaba triste, aunque no sabía por qué, entonces, Hilda me decía que tenía una sorpresa para mí en el armario, y cuando lo abría, vos estabas dentro— reí por lo bajo —Es que suena hasta ridículo, pero estabas ahí y de repente todo se volvía lindo, ni siquiera podía recordar por que estaba tan triste—

—¿Será una señal para que volvamos al pueblo?— elevó una ceja

—¿Hablas en serio?— pregunté ilusionada —¿Crees que podremos regresar algún día a San Esperanza?—

—Yo te prometo que vamos a regresar— pellizco mi mejilla —Después de la boda vamos a ir al pueblo ¿si?—

—¡Podemos llevar a Mia!— chillé —Quiero que conozca mi lugar... además, seguro que Manuel se suma ¡Y Tomás! ¡Y Pilar! dios, si, tenemos que organizar eso—

—Una luna de miel de a seis— rió el —Va a ser divertida—

—Ocho, si contamos a Marcos y Luján que están allá... ah, también Hildita— sonreí —¡Y mi papá! dios mío, papá va a morirse por ir al pueblo ¡Definitivamente tenemos que ir!—

—Entonces somos once, un equipo de futbol— sonrió

—Somos diez— aclaré

—Somos once, mi amor— rió —Creo que tu padre podría encontrar una compañera dentro de no mucho—

Casi me derrito al oír como me decía "mi amor", pero luego regrese a la normalidad al escuchar lo último.
Mi papá, con una "compañera".

—¿Qué?— fruncí el ceño —Mi papá jamás volvió a estar con otra mujer luego de la muerte de mi madre— aseguré

—Diecisiete años sin una compañera ¿no te parece mucho?—

—Nunca estuvo solo, Hilda y yo siempre estuvimos con él, nosotras siempre lo cuidamos— aseguré

Secretos de verano- PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora