39

755 58 437
                                    

Noche libre—17 años

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Noche libre—17 años

—Vamos Marizza, a ver una sonrisita— me pidió Mia —Tenes una noche libre ¡tenemos que festejarla! ¿esto no es lo que querías?—

—Mia, es tu cumpleaños, concentrémonos en eso— pedí, tratando de cambiar de tema

Llegamos al boliche, Mia estaba super efusiva, entusiasmada, y yo intentaba serlo, a pesar de no sentirme igual. Estaba algo lleno, pero se podía caminar con tranquilidad. Las luces de colores parpadeaban al ritmo de la música, y bullicio llenaba el ambiente. Me sentía nerviosa, un torbellino de emociones revoloteando en mi pecho mientras caminábamos hacia la entrada.

Mia fue la primera en saludar a todos, su entusiasmo era contagioso. De inmediato, Felicitas y Victoria se acercaron a mí, casi que dando saltitos como dos nenas.

—¿Dónde está Pablo?— preguntó Victoria, inclinándose hacia mí con una sonrisa traviesa —¡Queremos conocer por fin al bombón de tu novio!—

—No vino— respondí, tratando de sonar despreocupada, pero en el fondo sabía que mi cara hablaba por si sola —Esta noche soy solo yo... van a tener que conformarse conmigo—

—¿En serio?— exclamó Felicitas, con una expresión de sorpresa —¿Y no puede venir más tarde? aunque sea un ratito, lo queremos conocer—

—Él... tenía otras cosas que hacer— murmuré, desviando la mirada. La verdad era que no quería dar demasiadas explicaciones —Pero bueno, igual nos vamos a divertir ¿okey?—

Lo más probable, es que si seguían preguntando, yo terminaría llorando. No de tristeza, sino de... ni siquiera se como llamar a esta sensación, es decir, se supone que todo esta bien, Pablo no está enojado, no discutimos, nuestra relación esta en su mejor momento... tal vez, lo que me hace mal, es que tal vez él lo este. Quiero decir, quizás Pablo crea que yo esta noche voy a estar con otro chico, cuando con el único que quiero estar es con él.

—Obvio que nos vamos a divertir, pero primero cambia la cara— pidió Luna —Te prometo que la vas a pasar bien, aunque tu príncipe no esté—

Suspiré sin ánimos, precisamente eso era lo que Pablo quería, que yo me divierta sin él. 

—¡Llegamos!— oí la voz de Pilar detrás nuestro —Hay una fila larguísima afuera del boliche, menos mal que estábamos anotados en la lista— 

Tomás estaba a su lado, sonriente.

—¿Vinieron juntos?— elevé una ceja —¿Van a oficializar?—

—¿Qué cosa?— preguntó Tomás, confundido

—Su tan linda amistad— dije con sarcasmo —Obviamente su relación ¿cuando se van a poner de novios?—

—¡Marizza!— me regañó mi prima —Que vos estés de novia no significa que todas tengamos que estarlo—

—Hablando de eso ¿y mi hermano? ¿Dónde lo dejaste?— preguntó el ojiverde 

Secretos de verano- PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora