Capítulo 9

167 17 1
                                    

Ultraviolence

Capítulo 9. El hogar

"Soy el camino a la sombra de la aflicción,

Soy el camino al dolor eterno,

Soy el camino a seguir entre los perdidos."

Bien, había caído en las redes y manipulaciones de Sauron. Manipulada con besos, caricias y su ronroneo. Pero a Galadriel le fastidiaba que mantuviera ese impenetrable halo de misterio. Ese era el problema. ¿Por qué tenía que tener el control sobre la información? Si empezara por dejarse de secretos, a ella le costaría menos entender lo que quería que entendiera. Tal vez podría aprender a confiar en el Señor Oscuro. Era culpa de Galadriel haberle abierto la puerta así; confesarle su malestar y dejar que él la sedujera con cariños y besos que la hacían convertirse en una masa volátil.

Durmió profunda y plácidamente, tomando el descanso que tanto necesitaba, y a la mañana siguiente, Elena tocó en su puerta. Le trajo un vestido azul grisáceo con ilusión, de cuello redondo y mangas amplias, con una abertura que iba desde codo hacia abajo, y los bordes bordados con hilo dorado. La tela se plisaba sobre el pecho, bajando para remarcar su estrecha cintura y luego caer con soltura desde sus caderas. Las bailarinas a juego eran de terciopelo con una hebilla sobre el tobillo. Elena le trenzó unos mechones de pelo en forma de una sencilla diadema alrededor de la cabeza. Luego la acompañó por el castillo para llegar al comedor, el desayuno servido sobre una amplia mesa como un buffet exhibiendo frutas, bollos y jarras de zumo; un montón de personas de pie se reunían al rededor. De aspecto noble y catedrático, se acercaban a Galadriel para presentarse, ofrecerles sus bendiciones y hablarles sobre la admiración que sentían por tener la suerte de conocerla. Todos querían hablar con Galadriel, si bien algunos hombres se quedaban traspuestos frente a su belleza natural en contraste con la firmeza de las palabras nobles de la comandante. Todos le agradecían que hubiera traído al rey Halbrand con vida y hablaban de su fe, la mayoría en discreción, sobre los Valar.

Cuando Galadriel pensó que no podría probar bocado entre toda la muchedumbre, Isildur apareció a su lado con una sonrisa encantadora.

—Parece que os habéis hecho famosa en Pelargir —la sorprendió.

Galadriel esbozó una sonrisa afable, aunque modesta. Isildur le hizo un gesto cortés para que tomase su brazo, paseando alrededor de la mesa para que pudiera ir probando algo de las bandejas del desayuno.

—¿Quién es toda esta gente?

—Miembros del consejo, por supuesto —con elegancia, se detuvo a un lado de la mesa vislumbrándola morder un bollo blanco con mantequilla y frutos del bosque—. Halbrand, huh, el rey Halbrand —pestañeó, como si la formalidad no fuera con él— se presentará en la corte en un rato y se deliberará de manera unánime si los cargos de la corona volverán a recaer sobre él. Y, si, bueno, está en condiciones de ocuparse de Pelargir.

Galadriel tragó y tomó un sorbo de zumo antes de mirarle.

—¿Qué es lo que crees tú? —preguntó en voz baja, esperando su verdadera opinión.

Notó cómo un destello cruzaba los expresivos ojos de Isildur. Por un momento, Galadriel creyó que no. Que Halbrand no estaba preparado. Sin embargo, la tensión de su rostro se liberó en la curva de sus comisuras, que trazó una sonrisa discreta a la que a Galadriel contagió de curiosidad.

—Podría con cualquier cosa que se proponga.

¿Qué pasaba con Isildur? ¿Por qué sentía que había algo más de lo que decían sus palabras? Ella ladeó la cabeza, estudiando el vaivén de su mirada y la manera en la que se frotó la nariz.

Ultraviolence ⟡ Galadriel & SauronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora