Ultraviolence
Capítulo 10. Los anillos
"No se puede absolver al que no se arrepiente,
Ni arrepentirse y querer es posible,
Pues la contradicción no lo consiente."
Partir hacia Lindon la llenaba de una vibrante emoción, pero una sensación de vacío se apretaba silenciosamente en el pecho de Galadriel. Mientras Mithrandir y ella se despedían del personal que habitaba el castillo, las palabras de su despedida se entremezclaban con los recuerdos. Elendil e Isildur, con semblantes solemnes, Elena con una sonrisa triste, y otros trabajadores del castillo les ofrecieron sus mejores deseos esperando que regresaran cuando lo deseasen, sabiendo que su gente les recibiría con los brazos abiertos. La guardia real les proporcionó dos corceles magníficos, criaturas dotadas de una velocidad y gracia que recordaban a los caballos de los elfos.
Dejaron atrás las murallas de Pelargir, con el viento marino reemplazándose por el frescor del campo abierto. Al montar de nuevo a caballo, Galadriel sintió que algo en su interior se despertaba. El acto de montar, tan familiar y libre, infundía de energía su flujo sanguíneo. Había cabalgado incontables veces hacia horizontes lejanos, persiguiendo objetivos claros, y cada vez que lo hacía, la libertad parecía desplegar alas invisibles en su espalda, bajo la trenza de su cabello ondeante.
Con cada galope, las sombras quedaban atrás: los descubrimientos sobre sí misma aun tardaban en asentarse, sus semillas de miedo y odio, que habían amenazado con consumirlas, y aquella pasión inesperada a la que pese a su resistencia todavía sacudía su corazón. Todo ello parecía perderse en la distancia, desvaneciéndose en el polvo que levantaban las pezuñas de los raudos corceles.
El viaje junto a Mithrandir fue rápido y tranquilo, apenas unos días, pero estaban descansados y tenían suministros, una danza entre el tiempo y el paisaje que los rodeaba. Los días transcurrieron como una corriente serena, pronto, los vastos bosques del reino de Lindon comenzaron a vislumbrarse en el horizonte. Al llegar, la majestuosidad del lugar les dio la bienvenida. Los bosques se extendían como un manto verde infinito, entre colinas onduladas y páramos dorados por el sol. Los árboles sagrados, altos y antiguos, se erguían con sus ramas extendidas hacia el cielo, como guardianes silenciosos del reino. Bajo sus copas, la arquitectura élfica se entrelazaba con la naturaleza, formando estructuras delicadas y resistentes. Intrincadas columnas de mármol blanco emergían entre las raíces de los árboles, sosteniendo tejados dorados que brillaban bajo la luz del sol. Los edificios no rompían el paisaje; más bien, parecían surgir de la misma tierra, fundiéndose con los troncos y las hojas, como si la propia naturaleza los hubiese tejido en su vasto tapiz.
El ambiente de paz reinaba. En las mañanas, Galadriel recordaba el alegre cantar de los pájaros y sus melodías, sus trinos rebotando entre los árboles como si jugaran con ello. Las hojas susurraban en las más altas copas con el viento el eco de las antiguas canciones de los Eldar. Por las noches, cuando el cielo se vestía de estrellas, las libélulas danzaban en el aire, sus halos brillando como pequeños faros de luz, tejiendo figuras luminosas entre los arroyos y las flores blancas que dormían bajo la luna. Lindon era un lugar durante el tiempo parecía haberse detenido, donde las preocupaciones terrenales quedaban suspendidas en el aire, mientras la quietud se extendía como un manto cálido. Pero en corazón de Galadriel, la agitación que había nacido en ella aún se resistía a disiparse. Mientras avanzaban por los caminos de piedra con la compañía de sus caballos tirados por las riendas, no pudo evitar sentir que el viaje hacia allí la había llevado a una encrucijada de decisiones aún por tomar. Sombras aún por enfrentar.
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Ultraviolence ⟡ Galadriel & Sauron
FanfictionEl nuestro no fue un encuentro casual. Ni la suerte, ni el destino, ni ninguna otra palabra que usen los hombres para hablar de las fuerzas que no tienen la convicción de nombrar. La nuestra fue obra de algo más grande. Y fue la divina providencia l...