Ultraviolence
Capítulo 16. Huellas
Sus ojos se abrieron mucho antes del amanecer. Estaba segura de que apenas había dormido unas pocas horas, pero el descanso que había experimentado ese tiempo era profundo, mucho más que los días anteriores. Aún en la tibia penumbra, donde las brasas se habían extinguido horas atrás, se sentía caliente bajo las mantas, siendo su mayor fuente de calor el hombre que compartía cama con ella. Galadriel parpadeó despacio, enfocando la vista en el otro lado de la cama vacía; pero él seguía tras ella, su pecho amplio y firme respirando pausadamente contra su espalda, su abdomen subía y bajaba suavemente. Cerca de la curva de su trasero, algo definitivamente duro presionaba contra ella. Una repentina oleada de vergüenza la invadió al reconocerlo, pasando por la noche en la que él la tocó en la forja y la vez en la que sus cuerpos se habían unido frente al mar.
Con cuidado, Galadriel se giró entre sus brazos, lo suficiente para poder verle. De espaldas al colchón, su cuerpo aún estaba en contacto con el suyo, uno de sus brazos pesadamente rodeándola por debajo de los pechos. Su mirada siguió el contorno de sus nudillos y muñeca, el suave vello castaño de su antebrazo, pasando por el contorno de su bíceps suavemente marcado bajo su camisa, su fornido hombro, deteniéndose en la forma de la clavícula que asomaba bajo el cuello desabotonado, mientras se nerviosamente relamía los labios. No sabía si era por Mairon, por Sauron, pero Halbrand era increíblemente atractivo en cortas distancias, su belleza cálida y masculina era diferente a la de los elfos, más fría y distante. Aunque jamás había sentido tanta vulnerabilidad frente a un varón, la tranquilidad y el calor que sentía en ese pequeño espacio junto a él la encandilaba completamente, aún cuando su propio olfato disparaba su tentación por explorarle más cerca.
El aroma de Halbrand, una mezcla de sándalo y algo salvaje como el bosque después de la lluvia, la seducía de una manera insoportable. Ella extendió una mano con suavidad, acariciando con la punta de los dedos su brazo, siguiendo la línea del vello hasta la manga sobre su codo. Su poderosa musculatura, incluso en reposo, irradiaba sus horas de trabajo sobre el metal. Sin detenerse, deslizó su mano por encima de la tela de lino hasta llegar a su hombro, deteniéndose en la caricia. Luego coló la mano bajo el brazo y la llevó a su barbilla, posando primero las yemas contra la afilada barba que le cubría el rostro. Posó su palma pequeña en su mandíbula, apenas tocando su mejilla. Quería besarle, y no solo en la boca, sino también en el rostro. Halbrand, dormido, se veía increíblemente pacífico, con sus ojos arrojando sombras largas por sus gruesas pestañas sobre el ángulo de sus pómulos.
Ella dejó que su mano recorriera suavemente su barba, apenas rozándole para no despertar a algo que consideraba tan salvaje como un huargo. Con un atrevimiento inesperado, deslizó uno de sus mechones castaños tras su oreja, deteniendo su suave tacto cerca de esta, hechizada por momentos. Se inclinó más cerca de él, notando la cálida respiración que escapaba de su nariz y sus labios ligeramente entreabiertos. Se atrevió a depositar un beso en la comisura de sus labios, adorando ese pequeño contacto. Luego dejó otro beso, un poco más arriba, en la piel libre de su barba. Halbrand liberó un suspiro profundo, se giró para quedar bocarriba, estirándose brevemente bajo las sábanas. Ella se había quedado muy quieta sobre uno de sus brazos, que, a esas alturas, apostó que debía habérsele dormido por haber estado rodeándola. Galadriel le contempló otro instante, esta vez de medio lado, pasó su palma por encima de su pecho, deteniéndose pausadamente en el contacto, como si estuviera descubriendo que algo podía parecerle tan poderoso y tan cálido a la vez, sin desesperarla. Finalmente, se inclinó por encima de su hombro y rozó con la nariz su oreja, una forma íntima de expresar su devoción. Al moverse, él la atrapó por la cintura, acercándola más a él, los ojos de Galadriel se abrieron al sentir la presión de su erección contra su muslo. No estaba ni siquiera despierto, y aun así, ¿su cuerpo ya estaba en reacción?
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Ultraviolence ⟡ Galadriel & Sauron
FanficEl nuestro no fue un encuentro casual. Ni la suerte, ni el destino, ni ninguna otra palabra que usen los hombres para hablar de las fuerzas que no tienen la convicción de nombrar. La nuestra fue obra de algo más grande. Y fue la divina providencia l...