Eᴄʜᴏᴇs Oғ Tʜᴇ Pᴀsᴛ Aɴᴅ Iɴᴛᴇʀᴛᴡɪɴᴇᴅ Dᴇsᴛɪɴɪᴇs: Sʜᴀᴅᴀʀɪᴀ

Chapter 1

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Hace mucho más de 50 años.

Hacia mucho tiempo atrás... Cuando la tierra era aún más joven, muchos seres humanos vivían en paz y tranquilidad mientras el mundo evolucionaba a su paso.

Una familia que se dedicaba a estudiar la ciencia y su magia en ella, saco a relucir mucho su apellido lo que hizo que este se hiciera muy reconocido a nivel mundial... Entre ellos, Gerald Robotnik.
Un científico sumamente inteligente e ingenioso por sus creaciones e inventos que llevo al mundo a ser mejor, tanto así, que hasta el gobierno lo admiraba.

En ese transcurso, cuando el profesor Gerald trabajaba siempre lo dejaba muy agotado y cansado, además de ser uno de los científicos más grande de su época, siempre se mantenía solo pues él no era mucho de estar con gente a su alrededor, sin embargo, llegó un día que ya no pudo más y decio crear a un ayudante.

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El profesor Gerald estuvo investigando día y noche para crear un ser que sea de ayuda y no se revelará.
En una de sus salidas, estaba viendo las hojas de otoño en los árboles y solo suspiraba mientras estás caían...
Gerald estaba por darse por vencido, al no poder crear un ser así como él quería. Sin embargo, mientras caminaba se topo con algo curioso.

Era un pequeño erizo color marrón que estaba atrapado entres las hojas otoñales, pues sus puas habían sujetado algunas pequeñas hojas.

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-Oh, criatura. Déjame ayudarte.- dijo el científico mientras se agachaba y lo cogía entre sus manos delicadamente para no pincharse.

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Una vez que lo ayudo, de alguna u otra manera el pequeño erizo se las arreglo para agradecerle y poder irse una vez que el profesor lo dejo en el suelo.

Y fue ahí, en dónde de le ocurrió algo a Gerald. Rápidamente fue a su laboratorio e hice nuevas y varias investigaciones para finalmente dar en dónde quería.

Ese mismo día pidió prestado una eriza hembra, de la cual extrajo una muestra de ADN y una pua para después comenzar con su magia.

Gerald, mezclo todos los ingredientes para su creación lo puso en una cápsula y lo lleno de un líquido color verde. El cual, una vez que se llenó, este empezó a burbugear hasta cubrir por completo todo el interior de la cápsula, estuvo así unos minutos y luego desaparecieron poco a poco hasta dejar ver cómo una especie de bebé erizo.
El profesor se acercó y suspiro aliviado de que su experimento haya resultado bien.

Y mientras transcurrian los días, los demás científicos le preguntaba sobre el ser en la cápsula y Gerald les respondía sin ningún miedo, todos los científicos estaban admirados por lo ingenioso que era e incluso le tenían cariño; sin embargo, un día uno de los científicos estaba limpiando los laboratorios, hasta que llegó al laboratorio del profesor y con sumo cuidado estaba limpiando la cápsula en dónde la bebé eriza se encontraba, como el hombre estaba subido en una especie de banquito alto, se había olvidado que ese dia los hijos del profesor Robotnik llegaban al laboratorio.

Mientras el hombre limpiaba con mucha precaución, no se percató que dos niños habían entrado al laboratorio corriendo por lo que estaban jugando y junto con ellos Gerald.
Cómo los niños estaban tan concentrado en jugar que no sea dieron cuenta del hombre en el banquito y a lo que pasaron por ahi, hicieron que este pueda el equilibrio y callera al suelo.