Eᴄʜᴏᴇs Oғ Tʜᴇ Pᴀsᴛ Aɴᴅ Iɴᴛᴇʀᴛᴡɪɴᴇᴅ Dᴇsᴛɪɴɪᴇs: Sʜᴀᴅᴀʀɪᴀ

Chapter 8

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Varios días después.

Una eriza castaña, quien había salido desde la mañana a buscar algo que ella quería para María.
Estaba volando por los cielos a gran velocidad hasta que un ogro sala de los árboles e intenta atraparla, pero Camil lo esquiva, haciendo que el ogro caiga al suelo.

-¡Ah! ¡Maldita eriza!- grito el ogro enojado

-Hmp. Una bestia como tú jamás podrá atraparme.- dijo Camil con total tranquilidad.

-Ya lo veremos.- el ogro salta y antes de que llegue a ella, este fue golpeado por un rayos de energía que hizo que chocará contra una pared de piedra, y también hizo que la eriza se sorprendiera.

La eriza miro al ogro quien todo golpeado y herido se fue corriendo.

-Vaya, eso fue más fácil de lo que creía.- se escucho una voz femenina y sexy, la eriza volteo y miro con cansancio a quienes estaban ahí.

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Una eriza amarilla quien se encontraba en su habitación, estaba viendo el hermoso cielo desde su ventana, pues ella siempre quiso volver a ver el bello azul celeste de la tierra y sus esponjosas nubes.

-¡María!- llama alguien tocando desde la puerta de su habitación.

-Adelante.- responde sutilmente volteando a ver

-María, mi bella y dulce chica.- dice Eggman suavemente entrando a la habitación y acercándose.

-¿Dígame, Doctor? ¿En qué puedo ayudarle?- pregunto inocentemente.

-María, tu sabes bien que yo te saque de la cápsula y todo verdad.- se para frente a ella

«No todo en realidad.» pensó sin dejar de mirarlo.

-Si, claro, doctor.-

- Muy bien. Ahora, pienso que ya es momento de que pasemos con la siguiente fase del plan.- pone sus manos en los hombros de la eriza -Ya es hora, de que consigas la esmeralda del caos verde y derrotes... a Shadow.- lo último lo dijo en susurro siniestro que hizo que María se congelara al escuchar ese nombre.

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-Hay no, ¿Ustedes otra vez?- pregunto Camil demostrando desinterés.

-¿Enserio tan ostigada estás de nosotros?- pregunto Rouge fingiendo estar ofendida.

-Ash. ¿Y ahora que quieren?- pregunto finalmente bajando a suelo y guardando sus alas.