La conversación de ambos continuó cuando Robin salió. Doflamingo estuvo muy impresionado de notar las las habilidades de la mujer que protegía de esa manera Crocodile, ella debe de ser más valiosa aún de lo que se ve a simple vista.
—Solo déjala en paz, piensa en ella como mi hermanita que quiere matarme y traicionarme a la primera oportunidad que tenga— expresó con sinceridad.
Doflamingo se rio burlón estallando con una risa pegajosa.
—¿No quieres deshacerte de ella?—. Entre los dos tener a alguien con intenciones asesinas resultó ser cómico y adorable en la misma medida.
Alzó los hombros luciendo aparentemente descuidado —¿Qué puedo decir? Soy un sentimental. De todas formas fue ella quien orquestó esta reunión entre nosotros.
—¿En verdad?— Ahora se sentía agradecido con Miss All Sunday.
—Si, yo solo di órdenes de que te llevarán al casino luego bajaría a ver que querías— echó una mirada rápida a la comida y efectivamente todo lo calculó ella. Preparó el té primero y luego su café. —Como veo las cosas no piensas rendirte conmigo así que como hermano mayor te pido que dejes en paz a mi traviesa hermana y te enfoques en mi.
La sonrisa confiada se derritió en la cara de Doffy de solo escuchar que estaba permitiéndole su conquista y que estaba consiente de él. Sintió como iba a comenzar a delirar en cualquier momento. Una taza de té fue puesta frente a él.
—Aun así hay cosas que debemos pactar antes—. Y todo no podía ser miel sobre hojuelas. Su sonrisa se borró en un instante. —Los dos somos señor de la guerra del mar y "trabajamos para la marina", con más y menos privilegios estamos claros que los dos queremos seguir gozando de ellos por el bien de nuestros planes.
Doflamingo asintió tomó la taza de té, saboreó el aroma y sintió un golpe de nostalgia. Como si ya supiese a que sabía esa taza de té y definitivamente era un sabor que amaba profundamente.
—Hay que mantener las apariencias. Nada de visitar sin previo aviso, tampoco puedes deambular libremente por Arabasta o Rainbase como yo tampoco andaré burlonamente por Acacia en Dressrosa, ¿Entendido?— Consiguiendo el entendimiento de Doffy en forma de un ligero asentimiento desganado y flojo de su parte continuó —Nuestros encuentros deben ser secretos, ¿Sabes moverte sin ser detectado y de noche?— Esto estimuló la malicia de Doffy sonrió iluminado de que por fin había algo que le gustaba de todo este trato unilateral. —Te daré un mapa para que vayas directo a mi residencia y no te pasees por todos lados.
—¡Yo te daré el mapa del palacio en Dressrosa!— ¡Encuentros secretos! ¡Amor prohibidos! ¡Amantes secretos y afligidos! Todo eso lo estimulaba.
—Que más... Debes de comportarte en las reuniones de los Shichibukai, hay que actuar como lo hemos hecho hasta ahora. Ser consistentes.
Ambos comenzaron a decir activamente como hacer para mantener una relación secreta aunque aun no había discutido que tipo de relación llevarían a cabo, primero debían de preparar el terreno donde llevarían a cabo sus juegos. Y por lo menos esto fue divertido y emocionante para ambos.
Crocodile recordó algo crucial y vital para él. Ya que estaba dispuesto a abrirse al amor esta vez por su propia voluntad debía tener confianza en que sus planes de codicia no serían dañados, —más vale que no metas tu nariz en mis negocios.
Doflamingo se respingo, fue deliberadamente hostil cuando estaba teniendo una buena platica como si de pronto recordara algo pero que él supiese nunca se había inmiscuido en los asuntos de Sir Crocodile como para que hablase tan estricto con él.
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Mi Emperatriz.
FanfictionBasada en la teoría de la Emperatriz Kuja que habría muerto de amor, y el pasado misterioso del implacable pirata, Sir Crocodile. Doflamingo se enamora por primera vez perdidamente de una mujer fría y meticulosa, que nunca le da chance, después de...