C A P I T U L O C I N C O
Tailandia.
Estoy sentada frente a la pantalla de mi laptop, el brillo iluminando mi rostro en medio de la penumbra de mi habitación. La clase de cardiología había comenzado, y la profesora, la doctora Martínez, se proyectaba en la pantalla con una energía contagiosa. Su pasión por la materia era evidente, y aunque estábamos en línea, su presencia llenaba la sala virtual.
— Bien, clase. — Empezó, su voz firme, y clara. — Hoy haremos un repaso interactivo. Quiero que todos estén preparados para responder. —
Sentí un escalofrío de nervios. Sabía que la doctora tenía la costumbre de preguntar al azar, y no podía evitar preguntarme si me tocaría a mí. Ajusté mis auriculares, intentando concentrarme en las diapositivas que pasaban, llenas de gráficos, y diagramas del corazón humano.
— Fiorella Salvatore. — Dijo de repente, y mi corazón dio un vuelco. — ¿Puedes explicarnos la función de las válvulas cardíacas? —
Cerré los ojos un momento, tomando aire. — Claro, doctora. — Respondí, intentando que mi voz sonara segura. — Las válvulas cardíacas son cruciales para el flujo sanguíneo. Permiten que la sangre fluya en una sola dirección, evitando el reflujo entre las diferentes cavidades del corazón. —
La doctora asintió, y sentí que una ola de alivio me recorría. Pero no podía relajarme, sabía que seguirían más preguntas.
— Excelente respuesta. Ahora, ¿quién puede nombrar las cuatro cámaras del corazón? —
Otra vez, el silencio en la sala se volvió abrumador. Sabía que debía participar. — Las cuatro cámaras son: dos aurículas, la aurícula derecha, y la aurícula izquierda, y dos ventrículos, el ventrículo derecho, y el ventrículo izquierdo. — Respondí, tratando de mantener la calma.
— Bien, Fiorella. — Dijo, sonriendo. — Y, ¿puedes decirnos cuál es la función principal del ventrículo izquierdo? —
Con cada pregunta, la adrenalina corría por mis venas. — El ventrículo izquierdo bombea sangre oxigenada al resto del cuerpo a través de la aorta. — Respondí, sintiendo que mis palabras fluían más naturalmente ahora.
A medida que la clase avanzaba, me sentía más segura. La dinámica de preguntas, y respuestas mantenía mi mente alerta, y poco a poco, la ansiedad se transformaba en entusiasmo. La doctora seguía lanzando preguntas y, aunque algunas me desafiaban, disfrutaba el reto.
El tiempo pasó volando, y cuando la sesión llegó a su fin, me sentí satisfecha. Había participado, había aprendido, y esa conexión con mis compañeros, sus risas, sus complementos en varias preguntas, y la docente, aunque virtual, era palpable.
— Excelente trabajo hoy, clase. — Dijo la doctora, antes de cerrar la sesión. — Nos vemos la próxima semana. —
Sonreí al cerrar la laptop, sintiéndome un poco más cerca de mi sueño de convertirme en cardióloga.
— Hans Fitzgerald —
— Mierda, ¿cómo qué esa zorra está saliendo con Ezra Montgomery? — Me toco la frente frustrado de esta situación, esa puta debe aprender que tiene dueño y ese soy yo.
Agarro mi celular, y marco el número de uno de mis hombres, este responde inmediatamente. — ¿Es verdad todo lo que vi en ese informe? — Suelto con brusquedad, no me tomo la molestia en saludar, o alguna mierda, él trabaja para mí, no le debo respeto, a él, ni a nadie.
ESTÁS LEYENDO
Cenizas del pasado. (+18)
RomanceFiorella Salvatore nació en la parte húngara de Europa, pero actualmente vive en Estados Unidos. Con 25 años, es hermosa, y estudiosa; recién graduada en medicina, y persiguiendo su sueño de especializarse en cardiología. Aunque tiene muchos sueños...