C A P I T U L O D I E Z
Sol, playa, y arena.
— Su vuelo sale a las 11:30 de la mañana, allá son las 11:03 de la noche, así que cambia esa cara hija, ya estamos aquí. — Gruño.
— Cuando lleguen serán la una de la tarde, si no me equivoco, y cuando lleguen a casa serán como 5 de la tarde casi, llegaran para el atardecer, cariño. — Me quejo, otra vez, mi mamá habla como si no fuera nada. Es mucho tiempo, me haré plana de tanto estar sentada.
— Ra, ¿no dirás nada? — Ezra niega con la cabeza, y parece divertido por toda esta situación.
— Recuerden, no se olviden de mandarme mensajes. — Dice mi papá, con un tono que mezcla preocupación, y cariño mientras nos abrazamos.
— Sí, papá — Le respondo, sintiendo un nudo en el estómago. — Te prometo que te enviaré fotos de todo. — Odio irme, porque detesto despedirme de mis papás.
— Y de la comida. — Añade Ezra con una sonrisa. — No querrás perderte el curry de ahí, ¿verdad? — Hago una expresión de asco, y mamá ríe.
— ¡Exacto! — Responde mi papá, alzando una ceja. — Pero también cuídense, ¿sí? — Nos señala. — No hagan locuras. —
— No te preocupes, papá, seremos responsables. — Respondo, aunque en mi interior hay una mezcla de emoción, y nervios.
— Responsables, dice la que se va de viaje. — Bromea mi papá, sacudiendo la cabeza. — Solo asegúrate de que no se queden atrapados en un centro comercial por horas. — Pide, mirando a Ezra.
— Prometido — Responde Ezra, guiñándole un ojo. — No ir al centro comercial en todo el viaje porque Fiorella se convierte en una compradora compulsiva. — Añade con un tono de voz burlón.
— ¡Ezra! — Le llamo, riendo mientras mi papá intenta no reírse. — No le des más razones para quitarme el dinero. — Me quejo. — Te traeré muchas cositas. —
— Solo asegúrate de no traerme una serpiente de recuerdo. — Dice mi papá, frunciendo el ceño.
— No te preocupes, eso lo dejan para la vuelta. — Bromea Bruno, y mi papá lo mira con incredulidad, aunque no puede evitar sonreír.
— En serio, cuídense. — Repite, ahora más serio. — Y si hay algún problema, llámame. No importa la hora. — Dice, mirando a Ezra.
— Lo haremos. — Asegura, sintiendo que, a pesar de todo, hay un apoyo incondicional detrás de sus palabras.
— Y cuando regresen, habrá un banquete de bienvenida. — Añade mi papá, animándose de nuevo.
— ¡Eso suena perfecto! — Digo, sintiendo que mi ansiedad se disipa un poco.
— Bueno, es hora de que se vayan, o perderán el vuelo. — Mi papá nos empuja suavemente hacia la entrada del embarque.
— Papi, es mucho tiempo, no quiero. — Hago un puchero, y cruzo mis brazos.
— Cariño, debes ir, será un largo viaje a un hermoso lugar. — Responde, y me abraza.
— Eres una dramática, Fio. — Miro a Bruno, y le saco la lengua.
— Fiorella. — Me volteo hacia Ezra. — Tus amigos. — Señala, me doy vuelta, y veo a mis amigos venir, están todos con globos de "te vamos a extrañar".
Sonriendo corro hacia ellos, el primero en recibirme es Itzan, que me abraza, y todos repiten la misma acción.
— Los voy a extrañar, chicos. —Susurro.
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Cenizas del pasado. (+18)
RomanceFiorella Salvatore nació en la parte húngara de Europa, pero actualmente vive en Estados Unidos. Con 25 años, es hermosa, y estudiosa; recién graduada en medicina, y persiguiendo su sueño de especializarse en cardiología. Aunque tiene muchos sueños...