Zenidaki zone 4: Ayuda se me acaban los dibujos de estos 2.

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Zenitsu estaba con Daki esperando un tren, ambos algo callados- Entonces... Parece que no nos veremos en un tiempo.

Daki: Lo sé -Dijo mirando a Zenitsu con tristeza- No puedo abandonar el distrito rojo y... Tú debes de seguir adelante como cazador.

Zenitsu: Solo será unos meses, no será tanto tiempo y además prometo mantenerme firme ante cualquier adversidad, solo por esperarte.

Daki le sonrió- Yo también, mantendré esto solo por ti.

Zenitsu le iba a decir algo, pero el sonido del tren a lo lejos lo alerto, este miró a Daki y pensó en que decir- B-Bueno ya es hora.

Daki tomó sus manos fuertemente- ¿Es realmente necesario?

Zenitsu: No hay otra opción al parecer -El rubio iba a soltar sus manos, pero la demonio besó al cazador apasionadamente, ambos se aferraron al otro, mientras que poco a poco el tren se detenía- No olvidaré el sabor de tus labios.

Daki rio levemente- Yo no olvidaré tu olor a durazno -Dijo para dejarlo ir, viendo como subía al tren y se acercó a la ventana en la que este estaba, ambos pusieron sus manos en el espejo.

Zenitsu y Daki sonrieron y se dijeron el uno al otro- Suerte...

La albina se separó levemente del tren cuando este arrancó y lo miró irse, ella se quedó mirando como el tren se iba, la chica quedo en silencio, luego se marchó, al atardecer, el rubio miraba el bello cielo desde su ventana, mientras que en el distrito rojo, oculta desde una habitación a la que los rayos del sol no llegaban, la demonio miraba el cielo y suspiró, ambos pensando en el otro.

Tras meses un tren llegó ya en la noche a las cercanías del distrito rojo, Zenitsu salió rápidamente mirando alrededor y encontrando a Daki, la chica vestía un hermoso kimono, tenía el pelo arreglado, un maquillaje increíble, unos labios rojos, un delineado perfecto y por supuesto, su increíble figura, augnado a eso, la voz de la demonio seguía siendo tan angélical como siempre, el rubio se apresuro y la abrazó.

Zenitsu: ¡¡Daki!! -Dijo para besarla, los labios del cazador ahora tenían un poco del labial de la chica- Te ves hermosa.

Daki: Procure lo mejor para ti, mi amado.

Ambos sonrieron, habían sido meses dificiles, pero ambos se mantuvieron firmes, sin caer en tentaciones o sin perder el amor por el otro.