Zenidaki zone 4: Ayuda se me acaban los dibujos de estos 2.

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¡¡Lunes de Chat GPT!!

En la tranquila escuela de Kimetsu Gakuen, donde los días transcurrían entre clases y amistades, Zenitsu Agatsuma siempre había sido un chico algo tímido y nervioso. Su cabello rubio y su personalidad efervescente lo hacían destacar, pero a menudo se sentía inseguro. Sin embargo, había algo que le daba valor: Ume, una compañera de clase que deslumbraba con su sonrisa y su carácter amable.

Ume era una joven dulce y decidida, con una pasión por la música. Siempre llevaba consigo una guitarra, y su voz llenaba los pasillos de la escuela con melodías que cautivaban a todos. Zenitsu se encontraba a menudo perdido en sus pensamientos, soñando con el momento en que podría hablarle y quizás invitarla a salir.

Un día, mientras se preparaban para el festival de la escuela, Ume decidió organizar una presentación musical. Al enterarse de esto, Zenitsu sintió un cosquilleo en el estómago. "¿Y si me atrevo a tocar con ella?" pensó. A pesar de su miedo escénico, se armó de valor y se acercó a Ume.

—Hola, Ume —dijo, su voz temblorosa—. He estado pensando... ¿Te gustaría que tocáramos juntos en el festival?

Ume lo miró con sorpresa y luego sonrió radiante.

—¡Me encantaría! ¿Tocas la guitarra?

Zenitsu, un poco nervioso, asintió. Comenzaron a ensayar juntos, y poco a poco, su conexión se hizo más fuerte. Pasaban horas en el patio de la escuela, riendo y compartiendo sus sueños. Zenitsu aprendió a sentirse más cómodo a su lado, mientras que Ume apreciaba su dedicación y esfuerzo.

El día del festival llegó, y Zenitsu estaba más nervioso que nunca. Mientras se preparaban tras el escenario, sentía que las mariposas en su estómago se multiplicaban. Ume, al verlo tan inquieto, le tomó la mano y le sonrió.

—Recuerda, Zenitsu, solo tienes que disfrutarlo. Estoy aquí contigo.

Su aliento tranquilo le dio el valor que necesitaba. Cuando llegó su turno, se pararon frente a sus compañeros. Al comenzar a tocar, la magia de la música los envolvió, y Zenitsu se olvidó de su miedo. La melodía resonó en el aire, y en ese momento, todo parecía posible.

Al terminar, el aplauso llenó el espacio, y Zenitsu sintió que el mundo se detenía. Ume lo miró con orgullo, y él no pudo evitar sonreírle. En ese instante, supo que había encontrado en ella algo más que una amiga.

Después del festival, Zenitsu reunió el valor para hablar con Ume.

—Ume... me encantaría salir contigo, como una cita —dijo, su voz temblando un poco.

Ume lo miró con ternura y asintió.

—Me encantaría, Zenitsu. Eres increíble.

Así, comenzaron a salir, disfrutando de cada momento juntos. Sus risas llenaban los pasillos de la escuela, y sus corazones se entrelazaban con cada nota musical que compartían. En Kimetsu Gakuen, su amor florecía como una hermosa melodía, dejando una huella imborrable en sus vidas.