¡¡¡LUNES DE CHAT GPT!!!
El atardecer caía sobre el campo, pintando el cielo con tonos cálidos que contrastaban con el frío de la noche que se aproximaba. Zenitsu, aún algo nervioso por lo que iba a decir, caminaba junto a Daki, quien, por alguna razón, no se había alejado de su lado desde la última batalla. Aunque siempre había visto a Daki como su enemiga mortal, algo en su mirada había cambiado, y no solo él lo había notado, sino también ella, aunque prefería ignorarlo.
"Eh... Daki," comenzó Zenitsu, frotándose la nuca con una mano, claramente incomodo pero decidido a seguir. "Sabes, siempre pensé que sería algo aterrador estar cerca de alguien como tú... pero ahora, no sé, me siento diferente."
Daki lo miró de reojo, sus ojos rasgando la luz del atardecer, con esa expresión fría y calculadora que siempre la caracterizaba, pero había algo en su mirada que parecía titubear. "¿Qué quieres decir con eso?" preguntó, apenas disimulando el toque de incomodidad en su voz.
Zenitsu, al ver la oportunidad, aprovechó para dar un paso más cerca, su rostro ruborizado por la mezcla de nervios y emoción. "Es solo que... no sé si podrías entenderlo, pero tú, Daki, eres mucho más que lo que todos dicen. Eres... hermosa. Sí, lo eres. Con tu mirada tan intensa, y esos cabellos... ¡Es imposible no quedarme sin palabras cuando te veo!"
Daki se detuvo en seco, sus mejillas tornándose de un color rosa tenue. ¿Zenitsu... estaba hablando en serio? Era difícil para ella creerlo, sobre todo viniendo de un ser tan cobarde y temeroso como él. "¡T-Tú estás bromeando!" exclamó, desviando la mirada hacia el suelo, su rostro ardiendo de vergüenza. "¿Qué tipo de tontos comentarios son esos?"
Zenitsu se apresuró a explicarse, su nerviosismo alcanzando nuevos niveles. "¡No, no! ¡Es en serio! ¡Eres increíble, Daki! Nunca me había dado cuenta de lo impresionante que eres hasta ahora. Todo el mundo te tiene miedo, pero yo... yo te veo de una manera diferente. Te admiro, Daki, y... y me encantaría protegerte."
La palabra "protegerte" hizo que Daki tragara saliva, su corazón, que normalmente era una piedra fría, parecía latir con algo más cerca del calor humano. Se sentía rara, como si esas palabras de Zenitsu realmente hubieran tocado algo en ella, algo que había olvidado hace tiempo. "Zenitsu..." dijo en un susurro, sin saber qué hacer con sus sentimientos, "¿Por qué me dices todo esto?"
El rubio miró a Daki con una intensidad que no había mostrado antes. "Porque... porque me importas. Y no me da miedo decírtelo. Te quiero, Daki. Y sé que probablemente no lo entiendas, pero no quiero seguir viviendo con miedo de decir lo que siento."
Daki cerró los ojos, sintiendo una oleada de emociones que no podía controlar. ¿Qué significaba todo esto para ella? ¿Qué pasaba con su frialdad habitual cuando escuchaba esas palabras? Era como si el mundo entero hubiera desaparecido, dejándola sola con Zenitsu, y, por un momento, sin quererlo, lo veía no como un tonto cobarde, sino como alguien genuino que estaba dispuesto a ir más allá de su propio miedo.
"Zenitsu," dijo finalmente, abriendo los ojos, y aunque su tono seguía siendo algo cortante, su rostro ya no era el mismo. "Eres un tonto... pero... tal vez... tal vez tú también me haces sentir algo extraño."
Zenitsu, con los ojos brillando de esperanza, se adelantó un paso más. "¿Eso significa que...?"
Daki, completamente roja de vergüenza, lo empujó suavemente. "¡T-Tienes suerte de que seas tan terco, Zenitsu! No vuelvas a decir esas cosas tan repentinamente. ¡Me vas a hacer explotar de vergüenza!"
Pero a pesar de sus palabras, no pudo evitar una pequeña sonrisa que, aunque tímida, mostraba más de lo que ella misma estaba dispuesta a admitir.
Zenitsu, radiante, sonrió como nunca antes, con la seguridad de que, tal vez, los dos, tan diferentes, podían encontrar una forma de entenderse y de protegerse el uno al otro, más allá de la batalla y del pasado que los separaba.
ESTÁS LEYENDO
Zenidaki zone 4: Ayuda se me acaban los dibujos de estos 2.
Hayran KurguNeta ayuden, ya no tengo más dibujo de los 2.