Seducción Mortal

capitulo 30

Lorenzo

Tecleó rápido el mensaje para la Cosa Nostra sobre la actualización de la búsqueda de Paolo. Hace días estoy buscando a fondo y eh encontrado cosas irrelevantes para mí.

Tocan a la puerta y grito que pasen. Uno de mis hombres entra sosteniendo su arma a un lado.

-Mi señor,una Mujer está en la puerta-Me informa y bufo molesto por la innecesaria interrupción.

Vuelvo mi vista a mi laptop y sigo tecleando, ignorandolo.

Se aclara la garganta.

-Esta buscando a...

-No me importa a quien está-

-Busca a la señorita Vivian-Suelta interrumpiendome.

Mis dedos se detienen y levanto mi vista hacia el,que está inmóvil en el marco de la puerta.

Me levanto de golpe y rodeo el escritorio para salir y se hace a un lado cuando paso junto a el.

Bajo las escaleras con pesadez,el largo de mi cabello me impide ver y me lo echo hacia atrás a medida que deciendo hacia abajo.

En la puerta está otro de mis hombres de pie,al verme me abre la puerta y quedó de frente con una mujer la cual desconozco.

Luce desesperada,perdida.

Frunzo el ceño totalmente confundido.

Frente a mi,una réplica de Vivian respira agitadamente.

La cabellera pelirroja le llega hasta la cintura,la tez pálida de su piel me da a entender que no toma sol. Luce como ella,Pero no es ella.

Se le ven algunas arrugas pero son casi invisibles y solo las notas cuando la observas detalladamente. Lo único que las diferencia,es el iris azul zafiro de esta mujer y su falta de pecas.

Se muestra intimidada por mi repaso profundo.

-¿Es usted Lorenzo Timottini?-Habla y nombra mi apellido con algo de temor.

Me recuesto en el marco de la puerta.

-¿Y quién más sería entonces? Obviamente que soy yo,mujer-Baja la mirada-La pregunta es ¿Quien es usted?-Pregunto observandola de pies a cabeza.

Tiene puesto un vestido algo roto y rasguñado y sus zapatillas están dañadas y tienen agujeros.

Respira ondo muchas veces,como si hubiera olvidado como inhalar.

-Mi nombre es Megan, Megan Bianchi-Se presenta.

Tocó mi barbilla pensativo,no me suena el apellido y no creo haber visto jamás a esta mujer ¿Que quiere entonces?

¿Venderá galletas? No,no las veo.

Levanto las cejas con obviedad para que siga hablando.

Entiende mi señal y se aclara la garganta.

-¿Podríamos hablar adentro? Está fre-

-Hablaremos aqui-La interrumpo.

No meteré a ningun mugroso a mi casa.

Asiente despacio.

-Vine a buscar a mi sobrina,Vivian-Suelta con una sonrisa cargada de felicidad y tengo que sostenerme del marco de la puerta para no caer.

¿Tia? ¿Acaba de decir sobrina?

Abro y cierro los ojos en total confusión.

Se da cuenta de mi notable falta de información y sonríe tímidamente.