Capitulo 3

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Vivian

Ya Pasaron dos semanas, dos semanas desde esa terrible y asquerosa noche. Dos semanas desde que lo ví por última vez, dos semanas desde que Lorenzo puso a dos escoltas mujeres a nuestra disposición.

Ha pasado dos semanas desde que isa y yo estuvimos yendo a una psicóloga, dos semanas desde que no eh logrado dormir bien ya que pesadillas de esa noche me atormentan, desde que lo único que hago es llorar y deprimirme más y dos semanas desde me ducho dos veces por día y tallo mi piel hasta quedar roja solo porque aún los siento sobre mí.

Dos semanas desde que ya no me siento yo, me siento sucia y asquerosa. No me siento bonita, no cocinó mis postres favoritos y ni mucho menos miro las princesas de Disney que tanto me alegraban el día.

Lo único que hago es ir a la psicóloga, ir a visitar a papá y luego vengo a casa, ni siquiera eh escrito nada, sinceramente no tengo fuerzas ni ideas.

Me aleje de todos, a excepción de isa, si me alejara de ella ahí si estaría pérdida totalmente.

Ella cree que no la oigo, pero me es inevitable no escucharla llorar todas las noches y echándose la culpa. Intenta no hacer ruido para que no me de cuenta pero aún así lo hago.

-Linda, no llores por favor- Me recuesto junto con ella en su cama y la abrazo con fuerza para que sepa que no tengo intenciones de dejarla caer jamás.

-Perdón, de verdad perdón...debí convencerte para que te quedarás...fue mi culpa-Sus ojos están hinchados de tanto llorar y me parte el alma verla así.

-Sh, no lo fue linda, no lo fue-Le acaricio el cabello suavemente y se me ocurre algo que se que podrá calmarla.

What if we rewrite the stars?

Say you were made to be mine

Nothing could keep us apart

You'd be the one I was meant to find

It's up to you, and it's up to me

No one can say what we get to be

Comienzo a cantar en voz baja solo para que ella me escuche y su respiración se vuelve estable.

So why don't we rewrite the stars?

Maybe the world could be ours

Me sigue la canción como esperaba y ya no siento sus sollozos.

Desde muy pequeña siempre me di cuenta el sentimiento de culpa que tenía isa y se dejaba ver siempre que pasaba algo malo y ella estaba involucrada. Se echaba la culpa y pedía perdón sin parar, una vez comenzó a llorar tanto que creí que le daría algo y justo en ese momento, se me ocurrió cantarle su canción favorita mientras la abrazaba y acariciaba su largo y rubio cabello, se relajo en mis brazos de inmediato y desde ese momento, siempre lo hago.

-Ya no...quiero sufrir más, me quiero rendir-Su voz es entrecortada aunque ya hubiera dejado de llorar.

Mi agarre se volvió aún más fuerte, ya no estaban las mejores amigas carismáticas y que nada más se la pasaban sonriéndole al mundo, ahora solo eran dos hermanas abrazadas con las almas rotas y sintiendo su cuerpo sucio.

-No digas eso linda, no te rendiste aquel día, no lo hagas ahora-Intento sonar lo más segura posible pero siento que con cada palabra mi cuerpo y alma se van deteriorando más y más.

-¿Recuerdas la vez que en la secundaria comenzamos a escuchar disparos?-Ella asiente despacio-Bueno, la profesora nos hizo señas para que saliéramos por la ventana y corriéramos sin mirar atrás y uno por uno salimos y cuando estuvimos abajo comenzamos a correr hasta la salida, pero escuchamos disparos detrás de nosotros-Me detengo para tomar aire y seguir.
-Estábamos aterradas cuando por correr de la mano, no notaste una piedra y te caíste, yo caí contigo, caímos juntas. Intente levantarte rápidamente pero no podías caminar, té habías torcido el tobillo-

Seducción Mortal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora