LAGDON
Después de tener otra maldita pesadilla o recuerdo. Me quedo en silencio, observando cómo Victoria sale de mi habitación, dejándome con una mezcla de emociones encontradas. Le grite, la asusté. Mierda.
Sonrió recordando lo que dijo, se preocupa por mi, lo sabía, sabía que si le importaba.
Me levanto de la cama y me acerco a la ventana, mirando hacia el jardín. La luna está alta en el cielo, iluminando los árboles y las flores.
No sé cómo explicarle lo que soy. No sé cómo hacer que entienda. Mi pasado es oscuro, lleno de secretos y dolor.
La cagué ya lo se.
No pude verla después de eso, no quería que preguntara, se supone que ella no debió de verme haci. Pase toda una semana sin verla, me iba temprano y regresaba de madrugada, entraba a su habitación y la veía dormir. Tenía que encargarme de algunos cabos sueltos.
Es la mañana de lunes, voy hacia la habitación de Víctoria con un ramo de Peonías rojas en mi mano. Si voy a disculpar me. Me detengo cuando escucho una voz, de una mujer de mi Victoria.
Me asomo por la ventana y veo que está sentada en la misma mesa donde comimos la última vez la tarta y habla con Paolo quien está aun lado de ella como se lo ordene.
Bajo y ella me ve avanzar hacia donde está, trata de levantarse pero Paolo se lo impide y la mantiene sentada. Llegó a ella y me siento.
—Puedes irte Paolo, ahora
Asiente y se va.
—¿Ahora que quieres? —evita mi mirada. —despues de una semana sin dignarte a aparecer vienes a invadir mi espació personal.
—Te traje esto.. —digo poniendo las Peonías en la mesita —para disculparme
—¿Disculparte? —toma las flores y las mira con una sonrisa leve —¿Ahora te disculpas? Después de gritarme, dime siempre va a ser haci..
—¿Haci como?
—Me vas a tratar bien, serás lindo y amable. Para después tratarme mal, ignorarme toda una semana y después disculparte. Por qué si haci va a ser, prefiero que no me dirijas la palabra.
Abro la boca para responderle pero ella me interrumpe.
—Y si vas a decir que no tengo de otra pero si la tengo, no por que me obligues a verte todos los días quiere decir que tengo que hablar contigo.
—No será haci, me estoy disculpando y no volverá a pasar —ella me ve con una ceja alzada —a menos que hagas una estupidez y me saques de quisio.
—¿Yo? —dice ofendida —pero si yo soy toda luz y paz.
—Eres eso para mí luz y mi paz. Pero extrañamente también tienes un carácter del infierno.
Abre la boca y después se ríe.
—Lo que sucedió ayer..
—No quiero hablar de eso.. —digo firme.
—Pero..
—Escucha Victoria una vez te dije que no tuve una vida como la de todos..
—Si lo recuerdo. No me dijiste jamás como fue.
—Algun día te lo diré, como te dije antes.
—No puedo entenderte si no me lo dices.
—Lo se, pero no.. —miro hacia abajo —no es fácil
—Esta bien, ya no insisto —levanta las manos —y gracias por las flores.
—De nada, acostumbrate te las daré diario.
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A Tu Merced
RomanceEn las sombras de la Francia nocturna, Lagdon Lamorte, un enigmático y poderoso hombre con un pasado marcado por la sangre y el poder, gobierna con mano de hierro el mundo del crimen organizado. Dueño de todo y temido por todos, su vida es una const...