⛸️Capítulo 38⛸️

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Nada es como uno cree.

Kenzie

Reminder de The Weekend resuena por todo el lugar a todo volumen. Los fanáticos gritan y la mayoría traen camisetas con la cara de Aedus, mi hermosa hija se giró hacía mi mientras caminamos a nuestros asientos.

—¿Por qué tienen camisas con la cara de papi? —inquiere algo curiosa, le sonreí.

—Adoran a tu padre, cariño —le explico con suavidad. Addy alzó ambas cejas.

—Oh, pero nadie adora tanto a papi como yo —me guiña un ojo y yo solté una pequeña risa. Red cargó a mi hija porque hay muchas personas y no quiero que me la toquen si quiera. Sarahí se pone a mi lado, Caleb viene detrás de nosotras mandando a callar al pobre de Mike quien no deja de molestarlo. Papá también está aquí, ojalá y Cole también. Pero estamos felices de que esté con su novia. Amelia está al lado de Aiden quién luce serio.

Hoy Aedus pelea y todos hemos venido para verlo. Esto es agradable porque estamos teniendo un momento en familia, a pesar de todo lo que está sucediendo. Mi padre ya le firmó el divorcio a Gema, ahora ella parece una mujer sin hijos. La verdad me tiene sin cuidado lo que hace con el dinero que obtuvo, sin embargo pienso es en Caleb aunque él parece cada vez más alejado de ella. Ni la menciona. abuelo Timo y Nana siguen recorriendo el mundo y me alegro mucho por ellos. Presiento que esos dos tienen ya una relación, sería lo mejor porque ambos se merecen.

Al final nos sentamos en nuestros asientos VIP que están en primera fila, tenemos toda la vista del ring. Aún Aedus no sale. Mordí mi labio inferior sentando a Addy a mi lado, comencé a mirar para todos los lados, indecisa. Salir a veces me causa pánico porque no quiero que suceda lo mismo qué hace años. Sarahí notó mi angustia y entrelazó nuestras manos, está a mi lado izquierdo. La miré.

—Hoy no pasará nada, ¿de acuerdo? —me asegura con sinceridad.

—Eso espero —la morena me dedicó una sonrisa cálida.

—Hay hombres custodiando todo nuestro alrededor —escuché la voz de Aiden —. No hay nada de que preocuparse —clavó sus ojos en los míos, papá habló.

—Este día tiene que ser especial, hija —le sonreí de lado. Amelia suspiró al lado de Aiden, me dedicó una sonrisa que devolví. Addy le parlotea sobre lo que sea a Red quien la escucha con determinación. Mike tiene el celular en la mano viendo tiktoks, mi hermano se mantiene sereno sin sonreír.

Media hora después Aedus se está enfrentando contra un boxeador italiano. Los dos van ganando al mismo tiempo, el italiano es fuerte y veloz. Sin embargo, el padre de mi hija lo es aún más. La multitud no deja de gritar el nombre de cierto pelinegro. Addy aplaude cuando su padre golpea a su rival. Verlo boxear es tan sexy, él es otro cuando hace lo que le apasiona. Se mueve de una manera tan tranquila como si ya tuviera la victoria en la mano. Es vergonzoso cuando la cámara especialmente enfoca la espalda de Aedus donde las marcas de mis uñas tatuadas son vistas y el hombre que habla por un parlante en toda la pelea comienza a preguntar sobre las marcas. Mis mejillas ardieron con fuerza, escuché la risita de Mike y de Sarahí. Papá alzó una ceja, Amelia cubrió su boca ocultando la sonrisa en sus labios, Aiden a su lado le susurró en el oído y la abuela de mi hija dejó de sonreír. Red evade las preguntas que Addy le hace sobre las marcas de su padre.

Me removí en mi asiento. Jacob no ha llegado, tal vez no venga porque recibió la visita de sus padres. No los ve casi nunca.

Aedus y su rival siguen peleando, el pelinegro golpea al rubio en el rostro haciendo que caiga el suelo. Repiqueteé mis dedos sobre mi regazo, siento la mirada de mi mejor amiga en mi. Tomé una bocana de aire y hago todo mi esfuerzo para prestar atención, no quiero perder ningún movimiento de Aedus. Esquiva fácilmente los golpes que le proporciona su rival. Mi hija está ansiosa, mueve mucho las manos sin despejar los ojos del cuerpo de su padre.

Always stayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora