⛸️Capítulo 8⛸️

7.4K 660 35
                                    

El rey y la reina
(Parte uno)

Kenzie

—Tengo una hermosa bisnieta —sonreí por el murmuro impresionado de Timothy —. La pequeña del imperio Barker —dijo con orgullo.

—Si quieres puede ir a la casa, Addi estará feliz por conocerte —él me miró.

Aún sigue siendo guapo, pueden pasar los años y Timothy seguirá viéndose joven. Tiene barba, pero se le ve bien. Su cabello está un poco corto, siempre tendrá esa elegancia en él.

—Claro que si. Yo encantado de conocer a Addison —me sonrió, sus ojos verdes brillaron.

—Así será —susurré.

Su rostro se tornó serio.

—Kenzie, han pasado muchas cosas. Me enteré de cosas que jamás creí que sucederían —cambió de tema, yo fruncí el ceño sin entender —. Nate sigue suelto y aún no dan con su paradero, pero no te preocupes. He contratado a varios detectives para que lo encuentren. Merece pagar por hacer que mi nieto tenga ese accidente —no parpadeé al escucharlo.

—¿Eh...?

—Si, Nate fue el culpable que hizo que los frenos y neumáticos del auto de Aedus fallaran —me quedé perpleja.

Lo sabía, era obvio que fue Nate. Ese maldito merece pagar por todo lo que ha causado, su obsesión con destruir a Aedus nunca cesará. Ahora será peor, porque la prensa y todo el mundo sabe que la leyenda del Boxeo, Aedus barker, está con vida.

Dios, no tendremos un momento de paz.

—Tienen que encontrarlo, Timo —fue lo que dije. Él asintió.

—Y lo haremos, también tengo que hablar con Charlie. Ya van tres años que no lo veo, ese hombre se está escondiendo de mi. Pero tengo tantas cosas planeadas, querida —lo miré, interesada —. Ya lo sabrás —se levantó con ayuda de su bastón, yo lo imité —. Ahora quiero descansar un poco, mi limosina está esperando abajo.

—¿Quieres que te acompañe? —negó.

—Mi asistente está abajo. Tú más bien deberías de ir con Aedus —no dije nada, él sonrió de lado —. Ustedes son el claro ejemplo del verdadero amor, y sé, que lograrán ser felices. Mi nieto te recordará, solo hay que darle tiempo. ¿De acuerdo? —asentí sin más.

Dejé que me envolviera en sus brazos, lo adoro mucho y también lo extrañé, Timo es alguien importante en mi vida. Siempre me ha tratado como su nieta, me cuida y consiente.

Al separarnos, sonreímos.

—Te extrañé mucho, abuelo Timo — su mirada se iluminó.

—Y yo a ti, mi Kenzie —besó mi coronilla —. Ahora ve con Aedus.

Asentí de nuevo.

Aedus

Primero pienso correr, tengo meses que no lo hago, había olvidado cómo hacerlo, pero viniendo todos los días y practicando me hizo recordar cómo se siente la adrenalina. Soy el dueño y el mejor en todo el club. Ya después pelearé, necesito despejar mi mente. Mañana será un tormentoso día en el que no tendré descanso.

—¿Estás seguro que lo harás? —me preguntó Mike por milésima vez.

Estamos fuera del club, ahora en la pista. La mayoría de personas se encuentran aquí, esperando por mi. El auto rojo con el que corrí hace años está como nuevo, mi abuelo mandó a cambiarle casi todo y ponerle más tecnología. Pero siguen dejándolo rojo, a mi me gusta ese color y ese carro. Supuestamente era de mi padre Aiden cuando era joven, mi abuelo Timothy me dió una larga charla.

Always stayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora