⛸️Capítulo 17⛸️

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Nieta y abuelo

Aedus

Creo que aún sigo dormido, porque no me fío de lo que estoy viendo en este momento. Se supone que es mi verdadero padre... ¿y está vivo? ¿No que había muerto antes de que yo naciera? No, el hombre que estoy viendo solo me dan ganas de gritarle... sin embargo, no puedo hacerlo.

Louis fue el primero en reaccionar.

—Dejemos a Cole, Amelia y Aedus unos momentos a solas con... este hombre —indicó, echándome una miradita que le devolví.

Evito la mirada de Lauren, Mike prácticamente la arrastra hacía afuera.

—Mi hija y Mack se quedan aquí —ordené, Addison se puso a mi lado, mirando a... Aiden con el ceño fruncido.

Louis saca a los demás y cierra la puerta, Mack se mantiene al lado de Aiden, estática sin decir nada.

—¿Qué mierda? —ahora si reacciono, sus ojos se posaron en mi —. Se supone que estás muerto hace años.

—Es un historia un poco delicada...

—Que nos vas a contar en este preciso momento —bramó mi madre con seriedad, mirándolo.

A pesar de todo, Aiden fue el amor de su vida, no sé si lo sigue amando... quiero creer que no, pero vamos, ¿cómo se olvida el primer amor?

¿Por qué me pregunté ello?

—Y pienso hacerlo... —Aiden se calla cuando su mirada va a mi hija, sus ojos iguales a los míos tuvieron cierto brillo al verla —. Hola, ¿cómo te llamas? —se agacha un poco.

Addy no se despega de mi.

—No puedo hablar con desconocidos, lo lamento —susurra, apenada.

—Eso está muy bien, pero yo no soy un desconocido —aprieto los labios.

—¿Por qué se parece a mi papi, señor? Tiene los mismo ojos que papi —señala la niña.

Nadie dice nada, Cole se mantiene mirándolos a ambos, al igual que mi mamá y Mack.

—Él lo heredó de mi, pequeña —aclara el hombre con tranquilidad.

—¿Qué es usted de mi papi, señor?

La pregunta de mi hija quedó en el aire por varios segundos. Los ojos de Aiden se clavaron en mi, es como si me estuviera pidiendo autorización de responderle con la verdad a mi hija. Solo asentí sin más, desviando la mirada.

—Soy su padre.

—¿Es el padre de mi papi? —Aiden asiente —. ¿Y por qué yo no lo había conocido?

—Digamos que me la paso viajando frecuentemente —le guiña el ojo.

Addison sonrió, se aleja de mi y camina hacía él con cautela.

—Mucho gusto, abuelo. Soy Addison Barker, su nieta —hace una pequeña reverencia, tomando las dos puntas de su vestido y alzándolo un poco.

Aiden sonrió más.

Parece que mi hija ya es su debilidad, porque por lo que me contó mi madre, él no sonreía mucho, más que todo le sonreía a ella cuando la tenía a su lado. Ahora no deja de sonreírle a mi hija como si la conociera desde que nació.

—El gusto es mío, Addison. Mi nombre es Aiden Barker.

—¡Casi como el mío! —chilla ella feliz.

—Somos afortunados entonces. ¿Me dejas abrazarte? —le preguntó en tono bajo.

—Claro, abuelo —él abre sus brazos y la abraza con melancolía, Aiden cierra los ojos unos segundos, dejando un beso en la sien de mi hija al separarse.

Always stayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora