Capítulo 4 - La primera cita

447 12 24
                                    

Amelia

Había llegado el día, hoy daríamos inicio al que iba a ser el mayor teatro de mi vida. Justo estaba por el centro de Barcelona haciendo algunos recados cuando escuché una voz que reconocí.

- ¿Amelia? - escuché que me llamaba alguien

Me giré y una sonrisa se formó en mi rostro

- ¡Pedri! - respondí con una sonrisa acercándome a mi

- ¿Dónde te habías metido? - me preguntó abrazándome -  Pensaba que seguía con los ingleses

- Me cansaron, necesitaba volver a ver a ver a mi canario favorito - le respondí con una sonrisa- ¿Tu qué tal vas con el fútbol?

- Nada mal de hecho - me respondió - Tenemos un nuevo jugador, João Félix, no se si te suena

Dios me libre de pasar más de un día sin oír ese puto nombre. La sonrisa en mi rostro se congeló por un segundo, pero rápidamente me recuperé. Pedri no tenía la culpa de que ahora mismo João Félix estuviera en todas partes de mi vida, y tampoco iba a arruinar un momento agradable por eso.

— ¿João Félix? Hmm... me suena, sí — dije con una sonrisa que intenté mantener relajada. — Aunque no sé si es tan buen fichaje para el Barça, ¿eh?

Pedri soltó una carcajada, ajeno a la ironía en mi voz.

— Bueno, en el campo lo hace bastante bien. Ya lo verás, te va a sorprender — dijo con entusiasmo, mientras me miraba con esa genuina amabilidad que siempre lo caracterizaba.

— Estoy segura — respondí, aunque lo último que quería era seguir hablando de João. — Pero suficiente de fútbol por ahora. ¿Qué tal todo lo demás? ¿Te está tratando bien la vida en Barcelona?

Pedri sonrió, metiendo las manos en los bolsillos mientras caminábamos por las calles del centro. El bullicio de la ciudad nos envolvía, y por un momento casi logré desconectar de todo.

— Sí, todo va bien. Echo de menos Canarias, claro, pero aquí ya me siento en casa. Barcelona tiene algo especial, ¿no crees?

Asentí, mirando a mi alrededor. Las calles, los edificios antiguos mezclados con lo moderno, el sol que se filtraba entre las hojas de los árboles. Siempre había algo reconfortante en esta ciudad, algo que me hacía sentir en paz... al menos hasta que la realidad volvía a golpearme con toda su fuerza.

— Totalmente, — dije con una sonrisa. — Barcelona siempre me ha gustado. Pero bueno, ¿y qué me cuentas tú? ¿Sigues soltero o ya has conquistado algún corazón por aquí?

Pedri se rió, sacudiendo la cabeza.

— Nada de eso. El fútbol me tiene bastante ocupado. Aunque, ahora que lo mencionas... — me miró de reojo, haciéndose el misterioso, — he escuchado que tú podrías estar bastante ocupada últimamente también.

Lo miré, levantando una ceja, sabiendo exactamente a lo que se refería.

— ¿Ah, sí? ¿Y qué has oído?

— Pues ya sabes cómo es esto... se habla de todo. Me ha llegado el rumor de que podrías estar saliendo con cierto compañero mío — dijo, su tono juguetón, aunque no de manera malintencionada.

Suspiré, pensaba que tardarían más en empezar a esparcir los rumores, aunque debería haberlo sabido, este tipo de rumores no tardaba en llegar a todos lados, especialmente dentro del mundo del fútbol.

— Pues parece que los rumores vuelan más rápido que los aviones, ¿eh? — respondí, con una sonrisa algo forzada.

Pedri se rió y negó con la cabeza.

Destinados - João FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora