Capítulo 18 - Por los dos

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João 

Me desperté con la alarma y quise volver a dormirme, pero entonces recordé que hoy se jugaba uno de los partidos más complicados para mi, contra el Atlético de Madrid en su campo.

Era un secreto a voces que la relación entre los colchoneros y yo no era especialmente buena, y eso hacía que mi tensión aumentara más de lo normal.

El vuelo salía a las nueve y no quería apurar, así que me metí rápidamente en la ducha y me cambié, vistiéndome con el chándal que siempre nos poníamos para los viajes.

Amelia me había dicho que iría a verme a Madrid junto con Irene, a pesar de que yo le insistí que no hacía falta, no sé si porque me daba pena que fuera hasta allí o porque me daba miedo hacer el peor partido de mi vida.

Salí del baño esperando encontrarme a Amelia durmiendo aún, pero en lugar de eso me la encontré sentada en la cama y con una sonrisa cálida al verme.

 — ¿Te he despertado? — le pregunté preocupado

Ella negó con una sonrisa levantándose para abrazarme

— Sabía que ibas a estar nervioso, y quería estar aquí para recordarte que vas a hacer un partidazo

Joder, creo que la he cagado hasta el fondo, creo que me he enamorado de ella. Levanté su barbilla con el pulgar para poder juntar nuestros labios, en un beso diferente a los otros que nos habíamos dado, como si intentáramos confesarnos todo lo que sentíamos.

— Tengo miedo — le confesé mirándola directamente a los ojos

Nunca antes había podido confiar en nadie para confesar este tipo de miedos, pero con ella si podía, y eso me daba aún más miedo que cualquier otra cosa. 

— Ya lo sé cariño — me respondió acariciándome la mejilla con cariño — pero yo confio en ti, y no me cabe ninguna duda de que vas a hacer el partido de tu vida. Por eso espero que me dediques todos los goles que marques. 

Joder, a este paso iba a acabar llorando, la abracé más fuerte como si se me fuera a escapar

— Si en algún momento dudas de ti, quiero que sepas que yo confiaré por por los dos. — me susurro

— Te voy a dedicar todos los goles de mi carrera, Amelia — le aseguré colocándole un mechón tras su oreja

— Y yo te voy a animar en todos y cada uno de ellos — me respondió antes de besarme — Nos veremos allí, futbolista, no dudes de ti mismo.

— Espero que tu confíes por los dos — me reí

Le di un último beso de despedida antes de dirigirme hacia el aeropuerto. Las palabras de mi chica favorita me habían hecho casi olvidarme del pánico que tenía a enfrentarme a ese partido. 

Aparqué en el aeropuerto y me encontré con los compañeros de mi equipo frente a la entrada del control de seguridad.

— Mira que contento nos viene el portugués — se burló Ferran pegándome una colleja

— ¿Queréis que os diga quien tiene la culpa? — me chinchó aún más Pedri

— ¿Os vais a callar? — les respondí pero sin poder evitar la risa tonta

—  Ay que tendremos que llamar a Amelia para que nos venga a calmar al chico — se rio Gavi

Y así siguieron tocándome los cojones hasta que nos montamos en el avión dirección a Madrid, pero no podía quejarme, todo lo que fura hablar sobre Amelia, aunque fuera para chincharme me hacia sonreír inevitablemente. 

Destinados - João FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora