João
Moví el brazo al encontrarme con un bulto desconocido en mi cama. Abrí los ojos extrañado y ahí estaba, la chica que había desbaratado mis defensa completamente. Amelia dormía tranquila y tenía una medio sonrisa dibujada en la cara que me hizo sonreír a mi también inevitablemente.
La observé un momento, tratando de procesar todo lo que había pasado entre nosotros. Amelia, con su complicada mezcla de errores y sinceridad, había derribado mis defensas de una forma que nadie más había logrado. Su respiración tranquila, el suave movimiento de su pecho al respirar, esa pequeña sonrisa que parecía reflejar una paz que rara vez veía en ella... me hacían querer creer que esta vez podría ser diferente.
Con cuidado, aparté un mechón de su cabello de su rostro. No quería despertarla; ella también merecía un momento de descanso después de todo lo que habíamos pasado. Pero mientras la miraba, sentí cómo una parte de mí bajaba la guardia, queriendo darle otra oportunidad, deseando que lo que habíamos compartido anoche no fuera solo una ilusión pasajera.
No podía evitar pensar en lo que habíamos hablado bajo las luces de la Torre Eiffel, en cómo sus palabras parecían más sinceras que nunca, en su promesa de intentarlo de verdad. Quizás, después de todo, aún quedaba algo en nosotros que valía la pena salvar.
Amelia abrió los ojos somnolienta aún y esbozó una sonrisita al ver que seguía a su lado aún.
— Veo que hoy no te has escapado — murmuró haciéndome sonreír
— Supongo que me convenciste para quedarme, — respondí con una sonrisa.
Ella se acercó un poco más, apoyando la cabeza en mi pecho, y me pasó los brazos alrededor. Sentirla tan cerca me hizo darme cuenta de cuánto había extrañado esta cercanía, incluso con todo lo complicado que había sido. Había algo en ella que me hacía querer intentarlo, por difícil que fuera.
— Aunque debo admitir que no fue fácil, — bromeé, acariciando su cabello. — Hay muchas cosas que aún me cuesta olvidar, Amelia. Pero si vamos a seguir adelante, quiero hacerlo bien. Sin secretos, sin más... caos.
Amelia asintió, sus ojos llenos de una promesa de empezar de nuevo, y de algún modo, en ese momento, me sentí un poco más en paz. Era como si, al menos por ahora, pudiéramos dejar atrás lo que nos había lastimado y centrarnos en reconstruir lo que quedaba.
— Te prometo que no volveré a cagarla así, João. No quiero arruinar esto, no otra vez, — dijo en voz baja, y en sus palabras noté algo distinto, algo que hacía que, por primera vez en mucho tiempo, me permitiera confiar.
La rodeé con mis brazos, sosteniéndola con fuerza. Era un primer paso, y aunque el camino no sería fácil, al menos ahora estaba dispuesto a recorrerlo junto a ella.
Amelia se acurrucó más contra mí, y nos quedamos en silencio, ambos comprendiendo el peso de lo que habíamos decidido. Era como si el caos de los últimos días se hubiera quedado fuera de estas cuatro paredes, dejando solo la calma de esta mañana, como si el tiempo hubiera hecho una pausa para darnos un respiro.
Después de un rato, sentí que sus manos se relajaban, y noté su respiración lenta. Parecía que se había quedado dormida de nuevo, y eso me arrancó una sonrisa. No quería moverme, ni romper la quietud que se había formado. La dejé descansar, y aproveché ese momento para pensar en cómo íbamos a manejar todo esto a partir de ahora.
Pasaron unos minutos, y el teléfono de Amelia empezó a vibrar suavemente en la mesita de noche. Ella se movió un poco y abrió los ojos, adormilada. Se estiró para alcanzarlo, miró la pantalla y suspiró.
— Lucas, — dijo, poniendo los ojos en blanco con una sonrisa de cansancio.
— ¿A que no adivinas qué quiere? Seguro que otra aparición pública, como si no hubiera tenido suficiente de nosotros. Tal vez Lucas es el más romántico de todos nosotros, ¿no? — respondí, divertido.
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Destinados - João Félix
Romance- Estábamos destinados João Félix, la estrella en ascenso del FC Barcelona, está en el ojo del huracán tras una ruptura muy publicitada con su novia. Acostumbrado a ser el centro de atención, su vida se ha convertido en un desfile de escándalos medi...