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Había puesto mi despertador, para levantarme a las 8 y ponerme a trabajar con las fotos del evento. Claro que no sonó, o no lo escuché no se, porque son las 10 y todavía estoy en la cama. Me levanté para darme una ducha rápida y empezar. Olvidé el pequeño detalle que no estaba sola, Lucas seguía conmigo.

—buen día, Juli. —hablo, sentado en una de las sillas.

—hola, Lu. Buen día. ¿Estás mejor? —me acerque a saludarlo con un beso en su mejilla.

—si, gracias por dejar que me quede con vos.

—no es nada. Para eso están los amigos ¿No? —dije— tengo que hacer una banda de cosas —me queje.

—¿Te puedo ayudar? —pregunto, mirándome.

—me encantaría pero no, porque tengo que seleccionar y editar las fotos de ayer y pasárselas a Red Bull.

—bueno, te cebo unos mates ¿Va?

—por favor, encima me lleva horas.

—no tengo apuro, ni dónde ir así que... te hago compañía. —dijo, mientras ponía la pava.

—gracias, Lu. Voy a poner un poco de música en la tele. —avise.

Me senté en mi computadora, abriendo cada foto, acomodando luces, focos y demás. El mientras me cebaba mates, a veces se ponía con su celular en silencio, otras cantaba en un susurro, o simplemente hablábamos. Es grato tener compañía, y más si me dan mates cuando trabajo.

—Ju, ¿Querés que cocine algo? —pregunto, mirando la hora en su teléfono.

—¿Qué hora es?

—una y media. —respondió.

—déjame ver qué tengo.

Fui al congelador a fijarme, estaba bastante vacío. Ya tocaba ir a hacer la compra mensual. No tenía casi nada para hacer ahora.

—Mira, Lu. ¿Querés ir a comprar para hacer unas milanesas? Porque la verdad no tengo nada. —le conté.

—¿A dónde voy?

—¿Te acordás en el mercadito ese que compramos cuando comimos asado con Valen? —asintió— bueno, ahí.

—dale.

Le di plata, las llaves y salió. Seguí metida en mi computadora hasta que volvió. Puso las milanesas al horno, cuando vio que medianamente ya estaban hizo un puré instantáneo. Después de varias horas más, al fin termine. Mande todo por mail, a mi padrino inclusive. Cómo me ardían los ojos cuando me pasaba tanto tiempo en la computadora. Aunque, juro que amo esto, editar y lo que conlleva la edición.

—bueno, cuando red Bull me transfiera lo del evento, vamos a ir al súper. —le dije, sentándome a su lado en el sillón.

—¿Te pagan bien? —pregunto.

—no se, es el primer evento que cubro de ellos.

Sentimos las llaves en mi puerta, Valentín pensé. Pero no.

—¿Tadeo? —pregunte con sorpresa cuando lo vi entrar.

—Uy, Juli. Pensé que estabas sola, perdón. —dijo.

—¿Le sacaste las llaves a Valentín?

—si, las dejo colgadas. Te estuve llamando, Ju. Por eso vine.

Se saludaron con Lucas.

—que raro, tengo el teléfono... Ah sí, en la pieza.

—quería que fuéramos a pasar el finde a Mardel. —dijo, Tadeo.

La Fotógrafa del Freestyle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora