La Fotógrafa del Freestyle.

-18-

A las doce en punto, sonó mi timbre. También mi celular, y sobre todo Lucas corrió para abrazarme y saludarme. Atendí el portero eléctrico que sonaba. Guada hablo diciendo "que la cumpleañera baje por favor", "voy" respondí. Ambos bajamos. Cuando abrí la puerta, no pude contener mis lágrimas al verlos todos juntos parados con una torta, con velas y bengalas prendidas, cantándome el feliz cumpleaños.

Valentín se acercó con la torta. 

—pedí los deseos, hermosa. —me dijo.

—ya se cumplieron. —respondí. 

Me incline un poco, soplando para apagar las 22 velitas color lila que adornaban la torta. 

—Feliz cumpleaños, mi amor. —me saludo, Tadeo. Besándome frente a todos

—gracias, Tadeito.

Todos prosiguieron a saludarme.

—trajimos para tomar. —hablo Tino, levantando dos de los cinco packs de birra que tenían.

—si vamos a mi departamento los vecinos nos van a correr. —les dije.

—yo decía de ir a la plaza en la otra cuadra. —hablo, Valen.

—si de una. ¿Trajeron para cortar la torta? —pregunte.

—uh no. —me respondió.

—bueno, subo a buscar y bajo rápido. —dije.

—te acompaño, mi amor. —me dijo, Tadeo.

—uh si, lo rápido que van a bajar. —hablo, Sergio.

—los esperamos en la plaza —dijo, Guada.

—Lucas, vamos. —le dijo Valentín a mi callado amigo.

Entramos al departamento, no alcance a cerrar la puerta que ya nos estábamos besando. Está vez sus manos bajaron un poco más que de costumbre, posicionándose en mi cola. Sentía como la apretaba, para pegarme mas a el. Su boca bajo a mi cuello.

—Tenemos que volver, cielo. —le dije.

—un ratito más.

Me separé, mirándolo y negando. Agarro mi cuello, jalándome de nuevo a el para besarme.

—Feliz cumpleaños, hermosa.

—gracias, de verdad que ustedes son el mejor regalo.

—y eso que faltan los que te tenemos en casa.

—te dije que no quería que gastaras.

—fuimos todos.

Camino agarrado detrás de mi, besaba mi cuello. Busque las cosas como pude, me hacía sentir escalofríos por todo el cuerpo.

—¿Llevo servilletas y un cuchillo nomás? —le pregunté.

—¿Qué tan necesario es que vallamos con ellos?

—¿Por qué?

—no se, podríamos festejar de otra manera, vos y yo.

—no. Vamos, Tadeo.

—perdón, hermosa. Me deje llevar, no te enojes.

—no me enojo, vamos.

Caminamos agarrados de la mano, hasta la plaza. Nos sentamos con los chicos que ya estaban tomando.

—bue, fue rápido el asunto. —dijo, Guada.

—A Juli, no le gustan los chistes sobre eso. —hablo Tadeo.

Valentín nos miro, sonriendo como con orgullo. Antes de cortarla, me pare con la torta en una mano, le saque una foto para que todos salieran de fondo. Después la corte, dándole un pedazo a cada uno. La subí a mis historias "Bienvenidos 22 añitos, gracias a este crew siempre, los amo".