Capítulo 30

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𝐸𝑠𝑡𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑒𝑠 𝑢𝑛𝑎 𝑎𝑑𝑎𝑝𝑡𝑎𝑐𝑖ó𝑛, 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜 𝑐𝑢𝑎𝑙 𝑒𝑙 𝑐𝑢𝑚𝑝𝑙𝑒𝑎ñ𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑗𝑒 𝑑𝑒 𝐿𝑖𝑜𝑛𝑒𝑙 𝑒𝑠 𝑒𝑛 𝑑𝑖𝑐𝑖𝑒𝑚𝑏𝑟𝑒.

× × ×

—Shhh, Ciro... —El bebé movió el tope del pastel, mientras Guillermo encendía las velas cuidando que el bebé no intentara tocar las llamas. Posó al bebé en el suelo, Guillermo se las arregló para entrar a la habitación con aquél pastel, con el niño siguiéndolo como un patito a su padre.

La puerta del baño de su habitación se abrió, Lionel apareció vestido con un grueso suéter de lana color crema y un pantalón ajustado negro. El omega sonrió ampliamente, acercándose a ellos cuando el alfa comenzó a cantar la tradicional canción de las mañanitas, finalizando con:

— ¡Feliz cumpleaños, Lio!

—𝑂𝑢ℎ, gracias, ricitos—Lionel picoteo sus labios y Guillermo posó el pastel en la mesa, para poder darle un abrazo apretado mientras acariciaba su espalda.

—Ciro ayudó colocando el tope—Le dijo, Lionel alzó al pequeño y besó su mejilla—, aunque mi regalo está en la sala. Ciro lleva el suyo en la mano.

—¿Tienes un regalo para mí, patito? —El pequeño le tendió una bolsita, que él abrió con algo de dificultad al tener una sola mano desocupada, dentro de la bolsa solo habían unas llaves de un auto con un llavero en forma de cabrita—. ¿... De qué es esto?

—Ciro fue muy convincente respecto a algo, así que....

—¿Así que?

—¿Por qué no bajamos al estacionamiento?

—¡¿Me compraste un auto?! —Exclamó con sorpresa, viendo a Guillermo encogerse de hombros, utilizando sus escondidos dotes de actor para fingir ignorancia.

—Ya te lo dije, no fui yo, mi regalo está en la sala, Lio. Te compré un abrigo. —Le explicó este, con total naturalidad—. El auto fue Ciro.

—Guillermo, en serio.

—Pero no te estoy mintiendo, yo no te compré un auto. Ven, vayamos al estacionamiento—Tomó al omega de la mano y lo llevó al estacionamiento, donde un SUV azul oscuro se encontraba estacionado en el puesto que le correspondía a Lionel, decorando con un inmenso lazo rojo—, ¿No es una preciosura?

—Guille...

—Tiene la silla de Ciro ya instalada, es azul también y-

—No puedo aceptarlo.

—Nada de eso, precioso. Es tuyo y no hay devoluciones—Le dijo en voz seria, Lionel le observó con los labios fruncidos—, no pongas esa cara, ¿No es bonito?

—... Lo es. —Guillermo le pasó un brazo por el hombro y tomó al niño de sus brazos—, pero en serio, Guille.

—¿Damos una vuelta? Vamos, maneja, 𝐿𝑖𝑜 𝑏𝑜𝑛𝑖𝑡𝑜—Lionel finalmente soltó una risita y asintió, apretando las llaves que tenía en sus manos—, no te pongas malhumorado, quería que tuvieras tu propio auto para que no dependieras tanto de los taxis en caso de que yo no pueda llevarte a algún lado.

—Aún así es demasiado.

—No lo es, es amplio, de un bonito color y es completamente familiar. 𝐸𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑓𝑒𝑐𝑡𝑜.—Le dijo al acomodar al pequeño en su silla—, y no digas que es demasiado de nuevo, eres mi omega y como alfa es mi deber el velar por todas tus necesidades, esta es una de ellas.

RUMORES [𝐀𝐃𝐀𝐏𝐓𝐀𝐂𝐈𝐎́𝐍/𝐌𝐄𝐂𝐇𝐎𝐀]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora