Gone [Y.M/Y.S] [PRÓXIMAMENTE]

32

El teléfono de Jimin sonaba en su oído, pero cada tono parecía alargarse interminablemente. Los segundos se volvían eternos mientras esperaba que Yoongi contestara. Su mente no dejaba de repetir el contenido del mensaje:

«Sé lo que son.»

Quienquiera que fuera, tenía un control total sobre la situación, y Jimin no sabía cómo enfrentarlo solo.

Finalmente, la llamada se conectó y la voz baja y familiar de Yoongi rompió el silencio.

—¿Jimin? —preguntó con un tono que inmediatamente mostró su preocupación. —¿Qué pasa? Te noto raro.

Jimin tomó aire profundamente, intentando encontrar las palabras. La ansiedad le quemaba el pecho, pero no quería sonar desesperado, al menos no aún.

—Yoongi… tenemos un problema. —comentó. —Alguien nos ha estado siguiendo, tiene fotos… de nosotros. —hablo. —En la reunión de exalumnos y… en el hotel, nos tomó fotos cuando estábamos juntos… desnudos.

Hubo un momento de silencio del otro lado de la línea, pero Jimin podía escuchar la respiración de Yoongi. Sabía que él estaba procesando lo que acababa de escuchar, probablemente igual de sorprendido que él.

—¿Qué? —Yoongi finalmente respondió, su voz más grave, con una mezcla de incredulidad y preocupación.  —¿Alguien lo sabe?

—Sí, me acaban de enviar un mensaje. —dijo Jimin. —Dice que sabe lo que somos.

Yoongi maldijo en voz baja, y Jimin pudo imaginar la frustración en su rostro. Sabía que Yoongi odiaba sentirse fuera de control, y en este caso, era evidente que alguien más estaba manipulando la situación.

—¿Qué haremos? —dijo.

—Yo no haré nada. —habló Jimin luego de pensar en la situación.

—Eso nos afecta a los dos. —mencionó Yoongi.

—A ti queras decir. —mencionó Jimin. —tú le fuiste infiel a Hoseok.

—Es tu amigo. —le recordó Yoongi.

Jimin no dijo nada solo colgó la llamada, Yoongi miró la pantalla de su teléfono, sorprendido por la brusquedad con la que Jimin había colgado. El silencio que quedó en la línea lo desconcertó, pero también lo llenó de frustración. Sabía que Jimin tenía razón, pero eso no hacía la situación menos compleja ni menos dolorosa.

Se pasó la mano por el cabello, suspirando pesadamente. La mención de Hoseok lo había golpeado como un puñetazo. Sabía que había cometido un error, uno que no solo afectaba su relación con él, sino también la amistad de Jimin con Hoseok. Y eso, lo hacía sentir atrapado.

“No puede ser tan fácil”, pensó Yoongi, mirando el teléfono como si esperara que Jimin lo volviera a llamar, aunque sabía que no lo haría. Se levantó del sofá y comenzó a caminar por la sala, tratando de aclarar sus pensamientos.

Jimin, por su parte, seguía mirando la pantalla de su teléfono apagado, había sido cruel, sí, pero también estaba herido. La relación entre ellos se había terminado y ya no había nada que los uniera.

“Yoongi fue quien lo inició”, se repetía Jimin una y otra vez, como si esas palabras pudieran justificar sus propios actos. Pero no lo hacían.

El peso del silencio cayó sobre él, y sintió la necesidad de moverse, de hacer algo, pero no sabía qué. Estaba enojado con Yoongi, pero también con él mismo por haberse dejado llevar tan lejos. ¿Cómo iba a enfrentar a Hoseok después de todo esto?

Decidió salir de la cafetería, necesitaba aire. Caminó sin rumbo, dejando que el frío de la noche lo envolviera. Sabía que eventualmente tendría que hablar con Hoseok.