señor prohibido, tom kaulitz ✓

𝓒ap. 19

Juliette

Abrí mis ojos y lo primero que hice fue ver el reloj en mi muñeca. Ya era muy tarde. Técnicamente en media hora se supone que es cuando me despierto para ir al colegio.

Sentí un brazo rodear mi cintura y giré hacia el otro lado, encontrándome con Tom durmiendo como un dulce ángel. Lo miré y no pude creerme lo que acababa de pasar.

Ya no era virgen, y mi primera vez fue mi profesor. Eso sí que era impactante.

No sé si lo miré muy intensamente, pero Tom abrió los ojos y me pilló viéndolo. Me dedicó una leve sonrisa y yo se la devolví.

—¿Qué hora es? —preguntó y empezó a acariciar mi cintura.

—Las 4:00 de la mañana —respondí sin dejar de verlo—. Es mejor que nos vayamos porque tenemos que ir al colegio y mis padres no demoran en darse cuenta de que no estoy.

—Tienes razón —Se sentó en la cama y yo hice lo mismo—. ¿Cómo te sientes?

—Yo muy bien. Me gustó mucho.

—A mí también —Sonrió y me dio un beso. Correspondí y empezamos a besarnos, Tom empezó a recostarme nuevamente en la cama.

—Ya no, mi amor —Me alejé entre pequeñas risas—. Tenemos que irnos.

—Si no fuera por eso, ¿te dejarías una vez más?

—No. Me siento muy cansada.

—Cómo no. Eso es muy evidente, por como estabas gritan... —Lo interrumpí.

—¡Tom, por Dios! —Le pegué un golpecito en el pecho y sentí mis mejillas arder de la vergüenza.

Tom solamente rio.

—Mejor vámonos. Tenemos que ir al colegio —Se puso de pie y se acercó hacia donde estaban sus pantalones en el suelo.

—Tom, yo sí tengo una duda —Volví a sentarme en la cama y sostuve la cobija que cubría mi cuerpo.

—¿Cuál?

—Nosotros... seguimos normal, ¿cierto?

—¿A qué se debe tu pregunta?

—No sé, pensé que después de esto...

—¿Qué estás queriendo decir? ¿Que estoy contigo sólo para acostarme contigo?

—No, Tom, no dije eso, yo...

—No, Juliette. Si piensas eso, dímelo.

—Amor, no pienso eso. Mejor dicho, a lo que me refiero es que... Bueno, después de esto, para mí va a ser un poco incómodo hablar contigo en el colegio después de saber que... estuvimos juntos —Lo último lo susurré.

—Princesa —dejó sus pantalones sobre la cama y se acercó a mí, para después coger mis mejillas y verme a los ojos—, lo último que quiero que sientas conmigo es incomodidad.