𝓒ap. 31

21 3 1
                                    

Tres años después

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tres años después.

Narrador omnisciente

Recientemente había pasado el cumpleaños número 21 de Juliette. Ella estaba demasiado feliz. Hace poco se había vuelto independiente. Ya no vivía con sus padres, había terminado el colegio y mientras estaba en la universidad, tenía un trabajo en el cual conseguía algo de dinero, aparte del que le daban sus padres.

Ahora que ya era independiente, podía decidir por sí misma. ¿Ustedes saben qué sería lo primero que haría? Buscar a su amor. Ahora que ya no tenía el controlamiento de sus padres, podría estar con él, sin nada que lo impidiera.

Estuvo pensando en él y amándolo durante estos tres años. A pesar de no verlo, su amor seguía intacto.

Decidió mudarse nuevamente a Hamburgo. Aprovechó que ya había terminado uno de los cursos de la universidad, así que no perdería. Ingresó en una universidad de Hamburgo, sólo faltaba esperar que el próximo curso empezara.

Al estar ya bien instalada, comenzó a buscar maneras de contactarse con Tom. No podía llamarlo, al parecer él había cambiado de número. Así que decidió ir a su antiguo colegio.

Cuánta nostalgia le entró cuando estuvo enfrente de éste. Recordó todo lo que había pasado ahí; buenos y malos momentos, pero todos los recordaba.

—Buenos días —Saludó al portero.

Éste la miró de abajo hacia arriba y sonrió, reconociendo perfectamente a aquella chica.

—¿Cómo está, señorita Becker?

Julie sonrió al ver que él la reconocía. No había cambiado mucho, pero sí tenía diferencias con su antiguo aspecto.

Había crecido un poco, su cabello era más largo, llegando un poco menos de su cintura y ya no traía fleco.

—No pensé que me reconocería.

—Usted sí cambió mucho, pero sigue teniendo la dulce mirada y la bella sonrisa.

Juliette sonrió y no pudo evitar darle un abrazo.

—Necesito hacer algo ahora, lo veo después.

Él asintió y Juliette entró al colegio. Recorrió los pasillos, esos pasillos donde había pasado tantas aventuras con Sarah y Cameron, a quienes no veía desde hace mucho. Aún hablaban, pero en persona no se habían visto desde que Juliette se fue.

Llegó a dirección y preguntó por la dirección de Tom.

—Disculpe, señorita, pero esa es una información privada que no puedo brindarle.

—Por favor. Mire, yo le juro que el profesor no se va a molestar, y si acaso pasa, me hago responsable.

—Disculpe, ¿usted qué es del profesor Kaulitz?

señor prohibido, tom kaulitz ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora