Juliette
Ese día que el profesor Kaulitz y yo hablamos de nosotros y de nuestra relación, regresé al salón y Sarah me preguntó por qué había vuelto con una sonrisa. Le mentí diciéndole que el profesor Kaulitz me había dicho que mis notas habían subido más y que por eso estaba feliz.
Ese mismo día yo estaba afuera del colegio esperando que mi padre llegara por mí. Estaba muy tranquila cuando alguien pasó por mi lado y rozó levemente su mano con la mía.
Me puse a la defensiva porque no me gusta que me toquen. Retrocedí, pero cuando vi quién era, suspiré.
—Nos vemos mañana, Becker.
—Chao, profesor —le sonreí.
Él se subió a su moto y noté que mientras se ponía el casco, me guiñó el ojo. Mi corazón se aceleró. Me ponía nerviosa cada interacción que tenía con él.
Han pasado tres días desde eso. Cuando me tocaban clases con el profesor Kaulitz antes del receso, me quedaba con él cuando tocaban el timbre; los dos nos quedábamos solos y para nadie era raro porque sabían la buena relación docente-alumna que teníamos.
—Óyeme, ¿qué tienes? —me preguntó Cameron mientras empezaba a caminar a mi lado. Yo iba camino a la cafetería.
—Yo no tengo nada. ¿Por qué?
—Porque últimamente andas más feliz de lo normal. Te veo muy sonriente.
—¿Qué con eso? —volteé a mirarlo sin dejar de caminar—. ¿No puedo estar feliz acaso?
—No, por supuesto que puedes, es más, me encanta verte así. Simplemente quiero saber el porqué de esa felicidad.
—Cameron, es un secreto, no puedo decirte.
—Hum. Vamos, Juliette. Sabes que entre nosotros no hay secretos. Cuéntame. ¡Cuéntame! —insistió.
—Era así, hasta que empezaste a alejarte de mí. Igual como hizo Sarah. ¿Por qué todos se alejan de mí? No lo sé —aceleré el paso y abrí la puerta de la cafetería, dejando a Cameron detrás de mí.
Era cierto. Yo no tenía, por decir, amigos de verdad, porque nadie estaba conmigo, la gente pasaba conmigo de a ratos. Claramente las personas se aburrían de mí y por eso se alejaban.
Capaz eso hizo que me empezara a sentir sola y descuidara mis estudios, pero ahora era diferente. Tenía a alguien importante para mí y esa persona estaba en mi vida, sacándome una sonrisa todos los días.
Claramente, aunque fueran poquitos tres días, había subido un poco más en las notas y mi conducta había vuelto a ser la misma; todo gracias al profesor Kaulitz.
Compré dos sándwiches en la cafetería con dos refrescos de naranja. Le pagué a la chica y salí de la cafetería. Caminé por los pasillos y de repente vi como Sarah estaba corriendo hacia mí.
ESTÁS LEYENDO
señor prohibido, tom kaulitz ✓
Fanfiction❪ señor prohibido ❫ 𝘢 𝘵𝘰𝘮 𝘬𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻 𝘧𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯 ❛ Para mí usted es un señor prohibido. ❜ 𝑒𝑛 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒. . . juliette conoce a su nuevo profesor de literatura y se enamora de...