𝓒ap. 28

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Juliette

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Juliette

Después de unos besitos bien sabrosos con Cameron, los dos salimos del baño aún besándonos. Caminamos a pasos rápidos hacia la salida del colegio y nos asustamos cuando vimos el carro de mi papá ahí.

Nos acercamos y yo me subí. Cameron se quedó afuera, al lado del carro.

—Hola, señor Becker.

—Hola, hijo. ¿Cómo les fue?

—Bien, pa. ¿Llevas mucho tiempo acá?

—No, justo recién acabé de estacionarme. ¿Por?

—Por nada. ¿Nos vamos a casa?

—Ay, señor Becker, ¿podría llevarme a mi casa, por favor?

—Claro. De todas maneras, nos queda de camino.

Cameron agradeció y se subió al carro.

Después de dejar a Cameron en su casa, papá y yo nos fuimos a casa

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Después de dejar a Cameron en su casa, papá y yo nos fuimos a casa. Papá me dejó ahí y se fue nuevamente, ya que tenía varias cosas que hacer.

Lo que significaría que estaría sola con mi mami. Qué divertido.

Dejé mi mochila en el sofá y corrí hacia mi cuarto. Ahí encontré a mi mamá sentada en la cama, mientras limpiaba mi buró.

—Hola, mami —Saludé, rezando internamente porque no haya encontrado cierto cuaderno que tenía sobre el buró.

—Hola... —Volteó a mirarme—. Qué bueno que llegaste. Quiero que me expliques qué es esto —De atrás de ella sacó un cuaderno de color lila.

Maldita sea, lo había encontrado. Maldije internamente por no haberlo escondido.

—¿De qué hablas? —Traté de fingir que no sabía nada, pero no sirvió. Al parecer mi mamá ya estaba muy empapada de la situación.

—Quiero que me expliques qué significa todo lo que escribiste ahí. Y también quiero que me expliques... ¿cómo fue eso que te entregaste al profesor Kaulitz, Juliette? Explícame, por favor.

señor prohibido, tom kaulitz ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora