señor prohibido, tom kaulitz ✓

𝓒ap. 27

Narrador omnisciente

Pasaron unos pocos días, cuando por fin Tom estuvo completamente decidido a hablar con Wendy sobre su divorcio, se llevó una sorpresa que complicaría las cosas.

Tom entró a la habitación y vio a su esposa acostada en la cama viendo la televisión. Este se había sentido incómodo estos últimos días porque, de la nada, Wendy había comenzado a ser más cariñosa con él.

—Wen, necesitamos hablar.

Apenas vio a su esposo entrar, enseguida se puso de pie.

—También pienso que necesitamos hablar.

—Ah, ¿sí? —Wendy asintió—. Bueno, después me dices, déjame hablar a mí primero.

Wendy notó la seriedad de él, teniendo un presentimiento sobre qué era lo que él quería hablar. Suspiró, rezando porque su plan funcionara.

—Déjame decirte algo rápido, después me dices lo que quieras —habló ella.

Tom la miró con confusión.

—¿Qué está pasando, eh? Estás rara.

Ella suspiró, buscando las palabras correctas.

—Yo... Bueno, creo que estoy... Creo que embarazada.

Tom cerró los ojos y suspiró. Todo se había complicado ahora.

—¿No estás contento? —Wendy sabía que la actitud de Tom se debía al divorcio, pero tenía la esperanza de que esa noticia lo hiciera cambiar de opinión.

—Wen, yo... —Tom rascó su nuca—, en serio no puedo creerlo.

Ambos se sentaron en la cama y empezaron a hablar sobre la situación. Era algo complicado. Tom no mencionó lo del divorcio; el hecho de saber que sería padre le había invadido la cabeza.

Al día siguiente, cuando estaban en el salón, Tom entró y vio que no había nadie ahí más que Juliette. Aprovechó que ella estaba sola y cerró la puerta.

Todos estaban en receso y a nadie se le ocurría pasar por el salón, así que sería el momento perfecto.

Tom se acercó a su escritorio y observó a Juliette. La castaña estaba utilizando su celular mientras escuchaba música con los auriculares. El mayor mantuvo su mirada en ella unos segundos, hasta que la llamó.