señor prohibido, tom kaulitz ✓

𝓒ap. 25

Juliette

Había acabado el día de clases. Gracias al cielo hoy en ninguna hora me tocaban clases con Tom, pero creo que eso no era impedimento para que me buscara.

Traté de ignorarlo lo más que pude, siguiendo los consejos de Sarah, pero se me hizo muy difícil.

Estaba en la cafetería comprando algo de comer cuando mi celular empezó a sonar. Ni siquiera vi quién era y contesté.

—¿Sí? —dije apenas contesté, mientras miraba a la chica que ya estaba por darme mis cosas.

—¿Estás ocupada? —Al instante reconocí esa voz. Tom.

—Para usted sí, adiós —Corté la llamada sin esperar que dijera algo más.

Salí de la cafetería directo al salón para ir por mi mochila e irme. Cuando llegué al salón, cogí la mochila y empecé a caminar hacia la puerta, sentí que alguien que entró me sujetó del brazo.

—Juliette, yo...

—¡Profesor, ya déjeme en paz! —Cogí la mano y la aventé, alejándome.

—¿Qué te pasa, loca? —Vi a Cameron haciéndome mala cara.

Me sorprendí un poco al ver que era Cameron, pero también me di cuenta que la había regado un poco.

—Na-nada... ¿Qué pasa? ¿Necesitas algo?

—Quería ver si podía quedarme contigo hoy en tu casa. Mis padres se fueron y no volverán hasta mañana por la mañana y honestamente no quiero quedarme solo.

—Ah, claro. No hay problema —Sonreí.

—Perfecto —Me devolvió la sonrisa, para después ambos empezar a caminar hacia los pasillos, directo hacia la salida del colegio—. ¿Te parece si también llevamos a Sarah? Para que así hagamos una pijamada, tal vez, no sé.

—Me parece perfecto, espérate la llamo.

Saqué mi celular y llamé a Sarah, quien me respondió al instante.

—¿Aló? —Se escuchaba algo agitada. Fruncí el ceño al escucharla.

—¿Dónde estás?

—Ehm... ¿Por? —No entendía por qué mierda se escuchaban jadeos del otro lado. Quién sabe qué cochinadas estaba haciendo.

Estuve a punto de hablar, pero escuché algo que me llenó de enojo.

—Amor, apaga eso —Reconocí esa voz. Era Matthew, el ex de Sarah.

—Maldita desgraciada, ¿estás con ese idiota, Sarah?

—Ju-Juliette, hablamos después —Jadeó un poco y después cortó la llamada.

—Okey, tengo traumas —comenté guardando mi celular y seguir caminando junto a Cameron.

—¿Y, qué pasó?