Capítulo 28: Devoción

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Los días habían transcurrido lentamente, y Rika continuaba con su entrenamiento, esforzándose en mejorar, pero aún no lograba perfeccionarlo. A pesar de sus avances, no podía evitar sentirse frustrada; su cuerpo estaba al límite, pero su mente aún luchaba por encontrar el ritmo adecuado. Desde la casa, observaba a Makima, quien practicaba su estilo de pelea con un muñeco de entrenamiento en el patio delantero. Cada golpe, cada movimiento, era ejecutado con precisión quirúrgica. Sin embargo, a pesar de la destreza de Makima, algo en ella desconcertaba profundamente a Rika.

Rika seguía sin entender la verdadera razón de por qué estaban allí. Sabía que tanto ella como las demás estaban siendo controladas, no podían moverse libremente, y cualquier intento de escapar o rebelarse sería inútil. Makima, aquella enigmática figura que ahora parecía tan imponente, había asesinado a su propia madre porque detestaba sentir que otros la controlaban. Sin embargo, allí estaban, atrapadas bajo la vigilancia de alguien que, paradójicamente, parecía tener más miedo del poder que ellas representaban que de lo que pudieran hacer.

El ruido sordo de los golpes de Makima contra el muñeco se mezclaba con el sonido del viento moviendo las hojas de los árboles. Rika no podía apartar los ojos de ella. ¿Qué estaba haciendo realmente? ¿Por qué seguía allí? Makima había demostrado ser alguien que no se dejaba manipular fácilmente, y, sin embargo, estaba allí, confinada igual que las demás. La ironía de la situación no se le escapaba.

Rika la miraba en silencio, tratando de desentrañar el misterio detrás de sus acciones. Makima golpeaba al muñeco con una fuerza y velocidad que Rika jamás había visto. Cada impacto resonaba en el aire, y su técnica era impecable. Parecía completamente concentrada, como si su único objetivo en ese momento fuera perfeccionar cada uno de sus movimientos. Sin embargo, mientras la observaba, una duda seguía rondando la mente de Rika: ¿Qué hacía ella realmente allí? ¿Qué era lo que Makima pretendía? Aunque intentaba no pensar demasiado en ello, la realidad era ineludible: estaban bajo el control de alguien más, y salir sin autorización era impensable.

Makima, a pesar de todo, se movía con una naturalidad inquietante. En ese instante, mientras golpeaba el muñeco, se detuvo de repente. Giró la cabeza lentamente, como si hubiera sentido la mirada de Rika sobre ella. Sus ojos se encontraron a través de la ventana, y el corazón de Rika dio un vuelco. Makima se acercó con pasos calculados, cruzando el umbral de la casa con esa calma característica que tanto desconcertaba a Rika. Sin saber exactamente cómo reaccionar, Rika se levantó apresurada y tomó una toalla y una botella de agua, anticipándose a que Makima las necesitara tras su entrenamiento.

Pero lo que sucedió a continuación la tomó completamente desprevenida. Antes de que pudiera ofrecerle la toalla, Makima saltó por la ventana abierta con una agilidad felina, aterrizando justo frente a ella. Sin darle tiempo a reaccionar, la derribó al suelo con una rapidez inesperada. En cuestión de segundos, Makima estaba encima de Rika, inmovilizándola completamente.

"No confundas mis acciones, Rika", dijo Makima en un tono bajo, pero cargado de autoridad. Sus ojos dorados brillaban con una intensidad perturbadora mientras mantenía su cuerpo firme sobre el de Rika. "Si estoy aquí, es porque me conviene. Sé que aún no puedo controlarlo todo... por eso estamos aquí: para descubrir cómo se controla lo incontrolable. No gastes tus neuronas en buscarle sentido a lo que hago. Mejor úsalas en pensar cómo puedes servir mejor a tu ama".

Las palabras de Makima retumbaron en la mente de Rika. ¿Cómo podía responder a eso? Su mente se encontraba nublada, incapaz de procesar lo que acababa de escuchar. Entonces, de repente, sin previo aviso, Makima la besó. El contacto fue firme, directo, pero también tenía una extraña mezcla de control y posesión. Rika se quedó inmóvil, completamente atónita. No es que pudiera oponerse; cualquier resistencia sería inútil. Pero el beso... ¿Qué significaba realmente?

Jujutsu Kaisen: La Hechicera del ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora