Observé a Paul dormir mientras me ponía la corbata. Me incliné para despertarlo con besos y caricias románticas, aguardando a que su respuesta fueran unas simples risitas ante las cosquillas de mi barba.
Contrario a lo que esperé, Paul se revolvió en las sábanas y al verme, intentó confundir su sonrisa con un gesto de desagrado.
—Qué fastidio abrir los ojos y mirar tu cara.
Me reí al darme cuenta que definitivamente Paul era una persona muy antirromántica.
—Ya me voy al trabajo, mi amor.
—Ojalá te vaya bien mal y te toque revisar una vagina con muy mal olor.
—Ya me ha tocado. Con el tiempo te acostumbras a esos olores.
—¡Qué asco!
Me puse el saco, mirándolo y tratando de no sonreír mucho. Paul estaba sobre la cama, enredado entre las sábanas y con su cabello desordenado y alborotado.
—¿Qué tal la vista conyugal? ¿Te gusta? Acostúmbrate. Es lo que verás si vivimos juntos. Tú acostado y yo alistándome para ir al trabajo.
Sacó su dedo grosero.
—Prefiero vivir bajo un puente. Gracias.
Riéndome de sus palabras ácidas, me senté en el borde de la cama y me incliné hacia él para darle un besito en los labios.
—Qué rico es dormir contigo.
—Para mí fue la peor experiencia. Ojalá no se repita nunca más.
En cierto modo lo entendía. Durante la noche, Paul no había dejado de darme patadas y manotazos en su intento por estirar cómodamente su cuerpo para ocupar todo el colchón. Había tenido que limitarse a dormir en un espacio compartido, y como no estaba acostumbrado, su noche no había sido la mejor de todas.
Besé la punta respingada de su nariz. Cuando me separé, me dediqué a contemplar su rostro con una sonrisita mientras le acariciaba el cabello.
—¿Qué me hiciste? ¿Alguna clase de hechizo? Estoy completamente loco por ti.
Paul rodó los ojos con fastidio.
—Ya te sale bastante natural —dijo él—. Deberías ser actor.
—Lo digo en serio. Estoy loco por ti.
—Pues ve a un manicomio, o qué sé yo.
Sujeté su rostro entre mis manos y le di varios besitos en los labios.
—Hay un sandwich en el microondas y una ensalada de frutas en el refrigerador que esperan pacientemente a ser devorados por ti.
Paul se cruzó de brazos e intentó no sonreír.
—No esperes que te agradezca.
—No tienes que hacerlo. Lo hago porque quiero verte feliz, mi amor.
Besé sus labios una vez más y lo abracé fuerte, apretujándolo contra mí y dándole un beso grotesco en la mejilla.
—¡Ya basta! ¡Qué asco!
Me levanté, asegurándome de tener mis cosas en el bolsillo y tomé el bolso que ahora tenía ropa sucia.
—Tengo que irme.
—¡Gracias a Dios!
Carcajeé.
—¿Vas a venir en la tarde?
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Once in a Lifetime ➳ McLennon
FanficUna vez en la vida está bien cometer errores. Una vez en la vida está bien enamorarse por primera vez. Se prohíbe su copia y/o adaptación. Todos los derechos reservados. Fecha de inicio: 03.09.2024 Fecha de culminación: