CAPITULO 23

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Max noto como el semblante de Sergio cambio, algo diferente.

Ya sabes, viviendo. — dijo pero ya no con la misma emocio — doña Luisa nos puedes traer unos chilaquiles rojos, con queso encima, tortillas doradas y quiero dos refrescos de ponche el rojito — Max no entendia ni mierda pero la señora escribia rapido — Y por ultimo dos vasos con agua de limon, por favor, mamá

Bueno, mijo. — dijo la señora — En cinco te los traen, por mientras, ¿este es el güero del que me hablaste?

Las cejas de la señora se alzaron con picardia.

Si. — respondio, sonrojado

¿Ya son noviecitos asi de los buenos o todavia no? — Max solo entendio la palabra "noviecitos"

No aun no, nomas no da el paso y si no lo suelta él lo voy a tener que soltar yo. — confirmo con una sonrisa

— Sergio, ¿Todo bien? — pregunto Max en ingles

— Si, cariño. — respondio causando un gran sonrojo en Max.

Doña Luisa se fue de ahi para despues regresar con una charola y entregar las cosas, deseando provecho y que les gustara, comieron en silencio hasta que Max se enchilo por lo picante de los chilaquiles causando muchas risas en Sergio. No hablaron de nada, solo disfrutando la compañia del otro.

— ¿Por que quemada? — pregunto viendo la tortilla

— Dicen que si te comes lo quemado las brujas no te perseguiran — comento con una sonrisa

Max no supo si lo dijo en broma o si en verdad pero si se asusto.

Siguieron en silencio hasta que Max volvió a romperlo, parecia que queria decir otra cosa pero no se animaba.

— La carrera principal cae el domingo 2 de Noviembre y se que ese dia van a visitar a sus muertos — comenzo — Entenderia si no quisieras ir a la misma.

Parecia triste.

— No te preocupes, visitare a mis muertos por la tarde, incluso si no tienes algo que hacer puedes ir conmigo — dijo Sergio comprendia que si Max ganara lo menos que quisiera hacer para festejar seria ir en un avion hasta Guadalajara viajar casi tres horas y todavia llegar a un panteon a pasar toda la noche.

— ¿Cuanto es de aqui hasta el panteon? — pregunto curioso

— Tendriamos que tomar un avion hasta Guadalajara — dijo inseguro

— Yo tengo uno por eso no hay problema, lo usamos.

A Sergio por alguna razón la sonrisa que le dio, con esa seguridad y confianza le erizo la piel y quiso besarlo en ese momento.

Realmente me gustas — dijo con una sonrisa pero Max no entendio. 

Sempiterno Compañía | ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora