Sempiterno Compañía | Chestappen

CAPITULO 32

1

Despues de horas aterrizo en Guadalajara, apenas tuvo recepción llamo a Sergio y en segundos le respondio, se atemorizo al escuchar su voz.

— Hey Max — saludo

— Alice me dijo — susurro — ¿Donde estara?

— En su casa.

— Dame la direccion estoy aqui en el aeropuerto de Guadalajara.

Escucho un jadeo de Sergio.

— Paso en veinte.

Y colgo, la azafata le pregunto si todo bien y solo asintio. Espero y espero y cuando creyo que Sergio lo dejaria plantado una vez mas, llego. Se subio al auto y en silencio incomodo andaron hasta llegar a la casa, era un hogar pequeño, no habia mucha gente, unos cuantos ramos de rosas blancas y una corona de esas circulares. Paso detras de Sergio incluso se agacho en la puerta pues era mas alto.

Sergio se sento en una silla y Max a su lado, en silencio escuchando la voz de una señora que estaba rezando. Max le dio tristeza ver tan pocas flores, salio dejando a Sergio solo, llamo a Alice pidiendole ayuda, una vez finalizada la llamada entro de nuevo a la casa, sentandose con Sergio de nuevo.

Una hora despues llegaron unos jovenes. Sergio se saco de onda pero como era quien habia organizado todo salio a recibirlos.

— ¿Max Verstappen? — pregunto uno de los chicos, Sergio llamo a Max con la mirada.

— Yo soy— respondio

— Firme aqui — pidio el chico, Max firmo y con eso comenzaron a bajar cientos de flores blancas que metieron a la casa, Sergio estaba sorprendido. Y le dio un deja vu.

Ese mismo momento donde Max le pedia ir a fuera del panteon para comprar flores y llevarlas a la tumba de la esposa de don Octavio pero ahora era él quien las recibia. Y no pudo evitar no llorar.

Otra camioneta llego justo cuando se fueron los de las flores. Ahora eran unas señoras con comida que pasaron repartiendo pan y chocolate a los asistentes.

— ¿Todo tu? — pregunto Sergio

Max lo vio llorar y lo abrazo pensando que lo alejaria pero no lo hizo, lo apreto mas a él.

— Todo yo amor. — respondio

Sergio se estremeció ante el apodo, pero no dijo nada solo se abrazo de nuevo. Necesitaba llorar.

— ¿Como fue, checo? — pregunto

— Durmiendo, igual que su esposa. Se fue durmiendo con una bonita sonrisa, yo lo encontre Max, lo encontre yo y lo primero que quise fue hacerle RCP pero no pude, no pude por que supe que ya se habia ido. — confeso en respuesta.

Max sonrio bonito. Nostalgico pero bonito.

— Piensa en esto, Doña Josefa y él ya estan juntos, Dios le cumplio su deseo. — dijo beso su frente y continuo — Se reencontraron de nuevo.